Apartamento Paço d’Arcos / Site Specific Arquitectura


Descripción textual proporcionada por el arquitecto. Paco de Arcos es una parroquia costera de Oeiras, situada en la desembocadura del río Tajo, observando la conexión entre el río y el mar. En el siglo XIX, esta era la mejor playa de la zona de Lisboa y un lugar de baño para los aristócratas de la capital, pero a medida que la metrópoli evolucionó, se volvió más suburbana. En los años 70, este ambiente marinero todavía estaba activo, dejando tras de sí diversos edificios que hacen referencia tipológica a esta vida estival, que se pueden encontrar a lo largo del litoral de Cascais. En las décadas de 1970 y 1980, se impuso una modernidad forzada en el centro histórico de Paço de Arcos, resaltada por una gran unidad residencial de diseño modernista orientada al sur, con vistas al mar por encima de los antiguos tejados. Se trata de tipos T1 únicos, de aproximadamente 46 m², con cubículos, cocina americana y un gran balcón con vistas al mar.




Con el tiempo, los apartamentos temporales se convirtieron en permanentes, y la necesidad de espacio llevó a la creación de apartamentos marquesa de vidrio y aluminio, que distorsionaron el edificio y provocaron una mayor pérdida de carácter al barrio. La propuesta pretende reconsiderar el valor de cada espacio en la tipología contemporánea T1 a través de la exploración del espacio mínimo, dando espacio social y su relación con el paisaje. La eliminación de la marquesa existente y la redefinición de los huecos exteriores, realizados con grandes superficies acristaladas, aseguraron la continuidad espacial entre interior y exterior, permitiendo que el espacio exterior se expandiera hacia el interior, creando una gran terraza con vistas al mar. El interior del apartamento existente, incluido el vestíbulo de entrada, el baño con bañera y bidet, los amplios dormitorios y los armarios, fue completamente desmantelado. Una nueva instalación diseñada a modo de carpintería permite redefinir cada función de forma libre y abierta, aprovechando grandes tabiques de madera para hacer el espacio único, fluido y flexible. La experiencia de entrada a la casa ahora está completamente dominada por el mar. Al entrar al amplio salón, se encuentra la cocina a la izquierda y la zona de almacenamiento y equipamiento más grande a la derecha.

La cocina es un pequeño espacio abierto donde cada electrodoméstico ocupa su posición estricta con una geometría estricta para garantizar todas las funciones esenciales para el uso diario. A continuación, a la izquierda se sitúa el dormitorio, diseñado como una alcoba con vistas al mar. Aquí el espacio para la cama, el armario y el baño es estrictamente necesario. Queríamos que el salón y el balcón se convirtieran en un espacio continuo que pudiera tener diferentes usos según la climatología. Esta extensión espacial se ve potenciada por el acabado de cemento de los suelos, común en toda la casa, tanto en el interior como en el exterior. El salón es el espacio central de todo el espacio y tiene una relación directa con el resto de la casa. La presencia de grandes mamparas así como grandes superficies acristaladas exteriores pueden separar temporalmente la continuidad entre espacios. El balcón ofrece vistas de 180 grados al mar y al río; en días despejados, la vista se extiende a lo largo de la costa hasta Cabo Espichel. Las sombrillas protegen el apartamento de la luz solar directa, refrescan cuando hace calor y garantizan una vista sin obstáculos.

