Casa en los árboles/Barbara Berson


Descripción textual proporcionada por el arquitecto. Al llegar al sitio nos sorprendió encontrar frente a nosotros tres majestuosos árboles en el centro. En ese momento imaginé que la casa abrazaría aquellas coníferas gigantes. Ellos serán los encargados de construir el edificio y darle un elemento de «tiempo» a través de las arrugas de la corteza, los cambios de estaciones y la forma en que se balancea con el viento.

La casa respeta el terreno sobre el que se asienta sobre pilotes que apenas lo perforan, y permite que las enormes raíces de los árboles existentes se extiendan por debajo.
El espacio se concibe como una plataforma de sombra, donde se inicia un proceso de vaciado y la luz emerge al interior a través de tres patios.




Desde el exterior observamos una serie de velos de escombros oxidados que envuelven el cuerpo principal del edificio. Sugerir espacio a través de la opacidad y la transparencia. Proporcionan privacidad y enriquecen la vida familiar.


El espacio se concibe como una retícula de columnas continuas moduladas. Este sistema surge de la exploración de la conexión entre el espacio doméstico y el entorno natural. Interior y exterior se unen a través de tres patios que dan forma y dotan de privacidad a los diferentes ambientes.


El primer patio se revela a través del ritual de entrar en un espacio íntimo. Los fuelles naturales nos animan a escapar del bullicio de la ciudad y nos preparan para entrar en el mundo de la privacidad y buscar el autoestablecimiento.

Dos patios más están ubicados entre las áreas pública y privada y cuentan con árboles existentes. La luz, la vegetación y el entorno penetran desde la membrana exterior hacia el interior de la vivienda. La lluvia, el sol, los pájaros y las hojas caídas participan de la vida diaria.

El peso ligero de los compartimentos que dividen el espacio permite al sistema desmontarlos y montarlos fácilmente, dotando al espacio de una gran adaptabilidad y flexibilidad redefinible con el tiempo.

La pérgola actúa como un pliegue entre la casa y el jardín, creando un lugar fresco para las reuniones familiares de verano.
Una caja de vidrio de doble altura sobre la sala de estar alberga el estudio de pintura. Desde este sitio, la extensión vertical de los árboles alcanza su punto máximo con una frondosa copa.

Se construye una terraza en toda la casa para que los residentes disfruten del diálogo con los árboles. Desempeñará un papel activo en la funcionalidad del hogar. Se encargará de reciclar el agua de lluvia para riego y brindar aislamiento a través de una capa de matriz y vegetación para mayor confort.


En este lugar encontramos una inesperada e íntima terraza que vuelve a ocupar el terreno en el que se ubica. Seguimos senderos a través de las pampas para llegar a claros de vegetación nativa que atraen mariposas y colibríes. Desde aquí podrás contemplar el atardecer y las noches de luna llena.
