Neurociencia y arquitectura: diseñar para la experiencia humana

Diseñar para la experiencia humana siempre ha estado a la vanguardia de las intenciones y motivaciones detrás del trabajo de los arquitectos. Si bien los procesos tradicionales están resultando beneficiosos, la industria está mirando más allá de las fronteras para encontrar oportunidades de colaborar con otros campos del diseño y no relacionados con el diseño. Han surgido nuevos métodos Colaboración entre arquitectos y diseñadores de servicios., o incluso psicólogos, para crear espacios más centrados en la persona. Una nueva intersección atrae la atención de los profesionales, especialmente Instalación reciente en el Salone del Mobile de Milán. ArchDaily se une a la arquitecta e investigadora en neurociencia Federica Sánchez para analizar el alcance y potencial de este nuevo campo Compañía italiana Lombardini22responsable de renovar el salón.
La neuroarquitectura aporta un impacto positivo a las prácticas tradicionales, a menudo centradas en la estética, la funcionalidad y el cumplimiento de códigos, con un enfoque en el bienestar en las consideraciones de diseño. En esencia, esta búsqueda híbrida reconoce que el cerebro humano está intrincadamente conectado con el entorno en el que habita. «Nuestros cuerpos y cerebros se comunican constantemente sobre interacciones entre estímulos externos y órganos sensoriales. Estas interacciones se convierten en señales eléctricas y luego el cuerpo envía mensajes sensoriales al cerebro», explica Sánchez. Esta disciplina emergente conecta la neurociencia y el diseño espacial para desafiar las percepciones de las personas. El impacto de la arquitectura en las emociones humanaspensamientos y acciones.

“Tradicionalmente los espacios se diseñan en base a conceptos artísticos y luego se observa el impacto en la percepción y el comportamiento humano. estructura neuronal Sánchez enfatiza darle la vuelta a este enfoque comprendiendo primero cómo el cerebro procesa el entorno construido y utilizando ese conocimiento para elaborar conscientemente diseños basados en evidencia respaldados por datos empíricos. Si bien la formación arquitectónica puede inculcar una perspectiva teórica específica, la neuroarquitectura explica cómo diferentes individuos experimentan subjetivamente el espacio, evitando sesgos. Utilice la neurociencia para enriquecer, no debilitar, la intuición de diseño. Con esta nueva comprensión, priorizar el diseño centrado en el ser humano se convierte en un imperativo ético que los arquitectos no pueden ignorar.
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en 2024 feria del mueble, Lombardini22 diseñó el diseño de la exposición Colaborar con neurocientíficos. Después de comprender el impacto de los planos de planta basados en cuadrículas en la fatiga y la desorientación de los visitantes, el equipo propuso un diseño basado en evidencia que promueve el movimiento natural aplicando investigaciones sobre la navegación humana, la formación de la memoria espacial y el mapeo cognitivo del medio ambiente. El diseño tiene como objetivo armonizar las experiencias espaciales y temporales para dar forma al viaje del visitante. Los experimentos iterativos de realidad virtual informaron el proceso de diseño, mientras que la recopilación de datos de campo posterior a la implementación demostró que el diseño impulsado por la neurociencia mejoró la orientación y el recuerdo de los visitantes y redujo el estrés cognitivo.

A principios de 2019, Lombardini 22 Lanzó un proyecto de investigación en colaboración con un equipo de neurocientíficos para examinar el impacto de los espacios arquitectónicos en los estados emocionales subyacentes y la cognición social humana. El estudio encontró Los espacios abiertos y amplios pueden promover la relajación y las emociones positivas, mientras que los ambientes estrechos o restringidos pueden desencadenar estrés fisiológico y emociones negativas. Esto tiene profundas implicaciones para el diseño de espacios que promuevan la empatía, la atención y la interacción social positiva, sentando las bases de la neuroarquitectura.
Longoni señala el uso generalizado de la neurociencia en la arquitectura: Un hospital diseñado para acelerar la recuperación de los pacientes Un espacio de oficina que potencia las capacidades cognitivas. estructura neuronal Es particularmente prometedor en espacios donde viven poblaciones vulnerables, como las prisiones, donde las opciones de diseño pueden afectar significativamente los resultados de rehabilitación y las tasas de reincidencia. Por ejemplo, en la renovación de una prisión italiana, los arquitectos trabajaron con psicólogos para analizar las experiencias fenomenológicas de los presos y el personal. Al aislar las características espaciales que desencadenan respuestas emocionales y conductuales específicas, los equipos de diseño pueden centrar las estrategias en la creación de un entorno que respalde la recuperación y el crecimiento personal. «La integración de la neurociencia es más que una simple herramienta, es un cambio de paradigma que coloca la experiencia y el bienestar humanos en el centro del proceso de diseño», dijo Sánchez.


La integración exitosa de la neurociencia en la práctica arquitectónica depende de una colaboración efectiva entre arquitectos y científicos. Sin embargo, este intercambio interdisciplinario no está exento de desafíos. Los diferentes enfoques, cronogramas y estilos de comunicación de los dos campos pueden crear barreras para una traducción fluida del conocimiento. Sánchez encontró que “lo que sigue siendo una limitación para traducir los hallazgos científicos en la práctica del diseño es la generalización: la posibilidad de recrear condiciones experimentales en otros contextos y garantizar los mismos efectos que los obtenidos en estudios anteriores”.
Por un lado, el proceso científico es riguroso y metódico, y se basa en una extensa experimentación, recopilación de datos y revisión por pares para validar los resultados de la investigación. El diseño arquitectónico, por otro lado, suele seguir una trayectoria más intuitiva y creativa, moldeada por la visión conceptual y la emoción estética. También se mencionaron como desafíos importantes las barreras al intercambio de conocimientos. La cultura académica tradicional de compartir abiertamente los resultados de la investigación contrasta con la naturaleza competitiva del sector privado, donde el conocimiento propietario a menudo se guarda celosamente. La colaboración entre neurocientíficos y arquitectos requiere un entorno colaborativo que beneficie a ambas disciplinas.
Además, también es un problema la falta de coincidencia entre el tiempo necesario para la investigación y experimentación científica estructurada y el ritmo típico del proceso de diseño con el que arquitectos y clientes están familiarizados. Sin embargo, la inversión de tiempo inicial en probar las opciones de diseño puede generar ahorros de costos para el propietario una vez que se realice el proyecto. Conciliar estos diferentes enfoques requiere una mente abierta, paciencia y voluntad de aceptar nuevas perspectivas de ambas partes.

La neuroarquitectura ofrece enormes oportunidades para el diseño arquitectónico radical al basarse en teoría y datos empíricos. Una comprensión más profunda de la cognición humana y comportamiento. Un enfoque interdisciplinario permite a los arquitectos diseñar espacios de manera proactiva en función de cómo los componentes del edificio impactan a las personas, lo que permite un diseño más consciente y basado en evidencia. Las decisiones de diseño informadas priorizan el bienestar humano para impactar positivamente la percepción, los estados emocionales y el comportamiento.
La creciente conexión entre la neurociencia y la arquitectura refleja una tendencia social más amplia hacia la toma de decisiones basada en evidencia. Este diálogo refuerza el estatus de la arquitectura como un campo riguroso e innovador que prioriza el bienestar humano. Para liberar todo su potencial, los arquitectos deben facilitar el intercambio de conocimientos y la colaboración entre disciplinas. Combinando conocimientos de la neurociencia, psicologíaantropología, sociología y ciencias del comportamiento, la arquitectura ha revolucionado su enfoque para abrazar la experiencia humana como objetivo principal del diseño y crear entornos construidos que respalden la complejidad de la vida humana.