Este apartamento de 506 pies cuadrados es un «laboratorio natural» en el corazón de París
en paris MaraisSituado junto a la plaza Sainte-Catherine, dos edificios se asientan en un terreno. El del lado de la calle data del siglo XVIII, mientras que el del fondo que da al jardín data de los años 1970 o 1980. Allí, un apartamento de 506 pies cuadrados en el cuarto piso ofrece vistas al cielo y se beneficia de abundante luz natural que entra desde dos direcciones a través de las ventanas de las paredes este y oeste. A pesar de los aspectos positivos, arquitectos y diseñadores Olivier Durbin Dijo: “Lo encontré muy compartimentado, la cocina era pequeña y estaba llena de alacenas, lo que dificultaba apreciar los techos altos. Caminar por el departamento era un recorrido lleno de obstáculos.
La intervención de Olivier tenía dos objetivos: primero, optimizar el uso del espacio y segundo, crear una narrativa única sobre este apartamento. Centrándose en la eficiencia, el diseñador concentró las diferentes funciones de la casa en lo que él llama una «pared viva», donde se encuentran el vestidor, la lavandería, la cocina y la oficina. Frente a ella, Olivier jugó con una pared redondeada, extendiendo sus curvas hacia afuera para crear patrones en el suelo de parquet, como los rayos del sol. Ahora también hay un paso accesible que parte desde la entrada, pasa por la primera parte de la zona de día y un pequeño salón, y finalmente llega a los dormitorios. La planta aprovecha al máximo el paso de la luz a través de las unidades, ayudando a organizar y definir el espacio.
«Me encanta crear historias sobre los espacios que diseño», comparte Olivier. «El propietario de este apartamento es un apasionado de la ciencia, especialmente de la química. Al mismo tiempo, me atrajo el concepto de un «laboratorio» de última generación diseñado por un artista. Fabrice Heber Se desarrolló a través de exposiciones en la Fundación Cartier. Combinando estos dos temas, la idea era crear otro tipo de naturaleza utilizando la luz y otros elementos. El resultado es una combinación de materiales naturales como roble, abedul, contrachapado gris oliva, terracota y yeso tadelakt. En la entrada hay una instalación que muestra instrumentos químicos -tubos de ensayo, varios matraces, algunos iluminados, otros utilizados como maceteros- y en la pared redonda hay un gran mural al estilo Hyber con una mezcla de tonos marrones, El verde y el color azul cuentan la historia del viaje de la tierra al cielo y cómo la naturaleza conecta los dos.