Descripción textual proporcionada por el arquitecto. Nuestro plan en Renton Hall salvó una mansión rural de 200 años de antigüedad que había estado vacía y abandonada durante 10 años, así como un enorme jardín amurallado que había estado abandonado durante un siglo.
La nueva extensión introduce un nuevo espacio habitable en el área del jardín oriental, capturando la luz del sol y las vistas, extendiéndose hacia el jardín amurallado y creando un diálogo con el edificio existente. Estas intervenciones proporcionaron al cliente el contexto y el marco arquitectónico para comenzar la tarea épica de restaurar el vasto jardín abandonado.
La expresión arquitectónica y el carácter de la nueva ampliación se basan en la topología vernácula de los establos adjuntos y las dependencias del jardín, respetando conscientemente la gran propiedad. La nueva sensación espacial se toma prestada del jardín, formado por grandes muros de mampostería encalados dispuestos dentro del paisaje.
Además de estas paredes, gran parte de la extensión está tallada en abeto Douglas inglés de origen sostenible, lo que hace eco de las puertas y ventanas y complementa el revestimiento exterior de alerce y las mamparas. Los detalles de vidrio sin marco se han desarrollado cuidadosamente para expresar una sensación de ligereza que contrasta con la calidad de las nuevas paredes de yeso. Un nuevo techo de zinc prensado a mano navega sobre la ampliación.
