Gruesas fachadas protegen los volúmenes cerrados de la Casa Aguilar en México
Segovia Molina Studio da forma a Casa Aguilar en Querétaro
Diseñada por Taller Segovia Molina, Casa Aguilar es considerada un santuario para la provincia de Querétaro y Shensi, México. El método de construcción utiliza gruesos muros exteriores que actúan como una segunda piel protectora, protegiendo Hogar lejos de su denso entorno urbano. La luz natural entra a través de las terrazas de las tres plantas, creando un ambiente tranquilo e íntimo dentro de la residencia.
Desde el exterior, la casa aparece como un volumen cerrado y elevado con paredes altas que parecen flotar sobre el suelo. El plano de planta abierto integra una serie de jardines silvestres diseñados para atraer polinizadores y aves nativas y enriquecer el paisaje interior con vida natural. Estos jardines internos se convierten en el punto focal de la casa, permitiendo a las personas experimentar plenamente la flora y la fauna dentro de sus espacios protegidos.

Todas las imágenes por Diego Vázquez Melado y Zackz
El diseño de Casa Aguilar equilibra espacios abiertos y privados
La planta baja está diseñada con una serie de espacios abiertos que guían el movimiento desde el ingreso hacia las principales áreas sociales. Una terraza trasera contigua a la cocina y el comedor inunda el interior de doble altura con luz natural, contrastando con las paredes texturizadas y la carpintería en tonos claros, proporcionando un equilibrio de materialidad. El diseño general gira en torno a un ritmo espacial que oscila entre áreas cerradas e íntimas y áreas abiertas y expansivas. Esta interacción se puede ver en toda la casa, y cada transición provoca un cambio en la luz y la atmósfera.
Segunda planta, Taller Segovia Molina equipo Con espacios privados y semipúblicos que incluyen dormitorios, oficina en casa y estudio de cerámica. El estudio está orientado al norte y se abre a una terraza conectada al espacio de doble altura, mientras que la oficina en casa está conectada a una terraza más pequeña y se beneficia de luz natural indirecta. En la azotea, el jardín resultante está diseñado como un espacio de meditación, proporcionando un santuario tranquilo rodeado de vegetación. Este jardín en la azotea completa la secuencia espacial de la casa, integrando el diseño arquitectónico con elementos naturales y reforzando el tema de la introspección y la conexión con la naturaleza.

Diseñada por Taller Segovia Molina, Casa Aguilar presenta una fachada gruesa que actúa como una segunda piel protectora.

La fachada protege la casa del entorno urbano.

La luz natural fluye a través de las terrazas de los tres pisos, creando un ambiente tranquilo dentro de la residencia.

Desde el exterior, la casa es un volumen cerrado y elevado con paredes altas que parecen flotar sobre el suelo.

el diseño integra jardines silvestres diseñados para atraer insectos polinizadores y aves nativas