Casa Zen / Garrido Lizarraga Arquitectos


Descripción textual proporcionada por el arquitecto. Casa Zen fue concebida para la familia de una profesora de yoga que quería integrar su residencia con su espacio de estudio. El proyecto arquitectónico requería los elementos básicos de una vivienda unifamiliar, y las únicas condiciones impuestas por los propietarios fueron preservar al máximo los árboles existentes y evitar a toda costa su tala. De hecho, el desafío de preservar los árboles fue el motor del proyecto, ya que los métodos y conceptos de construcción nacieron de esta premisa.


Luego de definir el sitio según la zonificación, se inicia el diseño de los espacios internos y sus conexiones. Un porche de doble altura marca la entrada a la casa principal, mientras que otro porche más pequeño (2 metros de altura) marca la entrada al estudio de yoga. Tras acceder al doble porche se puede acceder directamente a la terraza cubierta o acceder al interior de la casa. Un espacio de doble altura se ve interrumpido por un puente curvo que sirve de transición entre el comedor y la cocina.


En el segundo nivel, el mismo espacio conecta la sala familiar y los dormitorios. Este es el corazón del esquema, ya que todos los espacios se unen aquí, alentando a las familias a interactuar y disfrutar de la arquitectura dinámica a través de las diferentes perspectivas creadas por vacíos, dobles alturas y la interacción de luces y sombras.

Las paredes y techos de la casa están construidos con hormigón visto, los pisos son de cemento blanco pulido y las ventanas tienen marcos negros. Esta paleta neutra resalta la belleza natural del sitio, con altos y anchos muros de concreto que actúan como lienzos de la naturaleza, imprimiendo sus contornos en él.



En última instancia, el proyecto protegió 45 árboles endémicos y redujo significativamente la temperatura ambiente en comparación con otras áreas de la ciudad. Gracias a esta protección, la fauna local puede permanecer conectada con el medio ambiente, permitiendo que aves como loros, colibríes, cardenales y ruiseñores sigan utilizando sus nidos y áreas de descanso. La casa se caracteriza por un estilo arquitectónico sobrio, tranquilo y minimalista que no busca destacar del entorno, sino mimetizarse con él y realzar su belleza.

