Nebulosa/Atelier INDJ | Diario de Arquitectura


Descripción textual proporcionada por el arquitecto. La memoria de un edificio está profundamente grabada en sus paredes, impresa con historias que desconocemos. Una narrativa que nos hace preguntarnos. Una melancolía sin respuesta, vislumbres del futuro presentados como un continuo de historias nuevas aún por contar, este es un trabajo sobre el potencial. Sobre preservar el pasado y celebrar el futuro.



La rotonda de tres pisos donde se ubica la obra de arte nos permitió crear un portal que conecta del pasado al futuro. El espacio cilíndrico de 13 m de altura tiene características de iglesia. El sol de la tarde brilla a través de las ventanas arqueadas y el sol del crepúsculo nos recuerda un poder más poderoso. Es un espacio impresionante y abre una brecha para que pase lo sublime.

«Nebula» es una obra que aprovecha una fuerza más fuerte: una pátina nostálgica que conecta el pasado, una belleza convincente de la decadencia frente al impacto brillante de lo nuevo. Es dentro de esta dicotomía entre lo viejo y lo nuevo lo que buscamos explotar. En esencia, Nebula es una celebración del renacimiento, formando un continuo cíclico, un infinito. Es en esta forma y expresión que Nebula celebra historias futuras que aún están por desarrollarse.

Nuestra modernización atomizada y compartimentada; nuestra vida multitarea está centrada en la funcionalidad y fragmentada, como un videoclip de 5 segundos, todo intermitente, todo ruido y sin señal. La envoltura de la vida digital domina y determina, y es dentro de esta fragmentación donde nuestras almas anhelan un camino claro. Nebula es la antítesis del ruido: 6 minutos de concentración, una inmensidad intensa e íntima en la que nos descubrimos a nosotros mismos y revelamos lo sublime.

«Nebula» está cuidadosamente estructurado, con un llamado a la acción que inicia el espectáculo, fallas técnicas y sonidos de apertura que lo impregnan: dirección espacial realzada por ruido blanco espacial, mientras que el altavoz de graves acentúa la inmensidad del espacio. Intercalados con bajos estructurados y zumbidos, y bajos que conectan el alma: un ritmo crudo de 120 latidos por minuto que resuena con las frecuencias naturales del movimiento humano.



La luz se extiende en busca, buscando desde afuera hacia adentro. La sirena nos atraviesa mientras la luz barre desde afuera hacia adentro, buscando dentro de nosotros mismos y luego transformándose en una búsqueda interior. Del espacio positivo al espacio negativo. La cronología se altera cuando el pasado se fusiona con el presente y el futuro simultáneamente. Nos inspiramos en el género de ciencia ficción, una nostalgia futurista ambivalente. Basada en coordenadas precisas y definiciones de puesta de sol, la experiencia de luz y sonido comienza cada día al atardecer.
