Descripción textual proporcionada por el arquitecto. Se construyeron una «torre» de nueve pisos y una «casa de verano».
Se trata de una casa que consta de dos edificios.
La «Torre» cumple el papel de «Función del Hogar» y la «Casa de Verano» proporciona el «Espacio del Hogar».
Adoptamos un enfoque de diseño poco convencional para maximizar la relación calidad-precio del espacio dentro de un presupuesto limitado. Este es un plan extremo porque los espacios pequeños son lo más reducidos posible y los espacios amplios lo más amplios posible sin causar molestias.
La casa que realiza la función de casa es una «torre» de 80 pies cuadrados. A través de un examen riguroso de las medidas corporales y del comportamiento de las personas, se incorporó todo el mobiliario necesario al edificio para crear diferentes niveles y condensarlo todo con gran eficiencia. A través de la secuencia vertical, los niveles desnivelados pueden verse como mobiliario y vías de circulación al mismo tiempo. Sube a bancos, mesas, armarios, estanterías, sofás y lavabos para llegar a la zona de dormitorio en la parte superior. Más que crear espacio, la «torre» se basa en la idea de apilar muebles y luego subirlos.
Por el contrario, una «casa de verano» es un espacio que ha perdido su función. El área construida es de 570 pies cuadrados, que es aproximadamente el 70% de toda la propiedad de 807 pies cuadrados. Hasta donde el presupuesto lo permitió, se amplió y simplificó hasta convertirlo en un espacio semicerrado en el que pasar el tiempo. Se trata de un área sin uso previsto ni función específica. Al abrir la mitad de su perímetro se crea un espacio que se mimetiza con el entorno sin dejar de ser un lugar medianamente cerrado y confortable. Aquí podrá pasar un rato relajante observando las hojas de los alrededores meciéndose con la brisa.
Las dos estructuras, aunque tienen calidades completamente diferentes, se complementan perfectamente como residencia.
