Las Rocas/Ignacio Urquiza y Ana Paula de Alba


Descripción textual proporcionada por el arquitecto. Las Rocas es un complejo de cuatro casas ubicado en la región norte valle bravollamado La Peña. Este terreno de tierras altas presenta afloramientos y vegetación endémica. El sitio de 6.400 m2 está concebido como una extensión de la reserva natural adyacente y el proyecto busca respetar y regenerar este entorno.


El análisis detallado y preciso del sitio fue fundamental para determinar la ubicación de cada casa para minimizar el impacto en la escorrentía, las rocas y la vegetación existentes.

Un estrecho camino empedrado conduce al área central de servicios del complejo, que alberga aparcamiento, trasteros e instalaciones clave como depósitos de agua, salas de máquinas y plantas de tratamiento. Los usuarios deben aparcar aquí sus vehículos y caminar hasta las casas por caminos, escalones y pequeñas plazas, liberándolas inmediatamente del entorno urbano.

El proyecto surgió a partir de una investigación en programación: la idea era crear un sistema dinámico que generara diferentes configuraciones para optimizar la combinación de cada posición. Por lo tanto, las cuatro casas utilizan las mismas modificaciones y componentes pero tienen diseños únicos basados en sus respectivas características. Los volúmenes se organizan libremente en seis direcciones: adelante, atrás, arriba, abajo, izquierda y derecha, según la situación específica. Este sistema simple pero dinámico integra el edificio en su entorno natural. Los volúmenes no se tocan entre sí; su separación crea vacíos, vistas, luz natural y ventilación, permitiéndoles integrarse plenamente al sitio. En Las Rocas, un baño puede ser una piedra, un árbol puede ser parte de un techo, el propio terreno puede ser una pasarela o unas escaleras: la naturaleza define el diseño.

Como ocurre con muchos de nuestros proyectos, estas modificaciones se diseñan individualmente en el estudio y luego se pintan en el sitio para definir su ubicación ideal. Luego del posicionamiento, agregamos los muebles, imaginando la posición de puertas y ventanas, y luego los conectamos al corredor, un eje lineal que actúa como circulación horizontal y vertical, con dimensiones, medidas y niveles determinados por el programa de posicionamiento de cada volumen. adentro. Estas vías de circulación adaptan el edificio al solar, y no al revés.


El contraste entre volúmenes cerrados y pasillos abiertos pretende inspirar diferentes sensaciones al habitar estos espacios: el cerramiento de las zonas de noche contrasta con rutas de circulación abiertas que se relacionan directamente con la vegetación local y el paisaje rocoso. Además de conectar diferentes áreas, los pasillos también regulan la temperatura de la casa aprovechando las sombras proyectadas por los afloramientos y la orientación norte de la casa para capturar la luz del sur y el calor localizado.

La sala y el comedor cuentan con ventanas esquineras formadas por voladizos de 5 x 10 metros, que abren el espacio y conectan directamente el interior con el exterior. Este diseño evita la duplicación de áreas, un problema común en los complejos turísticos rurales de Valle de Bravo, para garantizar que estas habitaciones se utilicen al máximo y se conviertan en un elemento central del proyecto.


La cocina se ubica en el mismo espacio que el comedor y la sala de estar, pudiendo en algunos casos conectarse a estos espacios mediante mamparas correderas. Las terrazas son la última pieza del rompecabezas: se dibujan en el solar para adaptarse a las posibilidades ambientales y hacer que el paisaje forme parte del proyecto, difuminando los límites entre el edificio y su entorno.

El acabado de estuco gris claro de Las Rocas combina con el color dominante de la roca circundante. Sólo otros dos materiales complementan el proyecto: suelos de piedra texturizada y vidrio, que siempre queda a ras de fachada y combina con la textura suave de las paredes, contrastando con su entorno, reflejándolos e integrando la casa en su entorno. Esta combinación de colores logra una arquitectura discreta y sencilla: la composición de los volúmenes sólidos crea una sensación de ligereza y la vegetación y la naturaleza se mantienen como elementos principales; Las viviendas destacan por su sencillez, creando un espacio arquitectónico tranquilo que destaca del entorno.

Los diseños de interiores a medida de Ana Paula de Alba para cada casa satisfacen las necesidades específicas de la familia, dotando a cada espacio de una personalidad única. Cada hogar tiene su propia esencia, resultado de una sinergia entre usuarios, arquitectura y entorno.
