Las capas plegables de luces y sombras de Takuto Ota hablan de las enseñanzas budistas
Objetos de fase divergente iluminan la pintura ‘Nueve etapas de decadencia’
Ota Takuto El objeto de fase divergente es luminoso Una creación que inspira la reflexión filosófica. La obra está realizada como una vasija de gran tamaño que emite luz que cambia de intensidad a medida que se pliega su estructura. El diseñador japonés dice que esta interacción visual refleja un nivel conceptual más profundo arraigado en las enseñanzas budistas, específicamente la pintura de las Nueve Etapas de Decadencia. Cada etapa aparece como una capa plegable de estructura ligera.
En particular, los lados de estos vasos se pliegan hacia afuera, una inversión intencional de la función tradicional para enfatizar la filosofía budista de la «impermanencia». Esta inversión también sirve como metáfora de la cualidad efímera e ilusoria de las emociones y los pensamientos, así como del dilema del consumo excesivo.

Todas las imágenes cortesía de Takuto Ohta.
La luz de Ota Takuto desencadena una reflexión filosófica
«La belleza de esta pieza no es sólo estética.» compartir diseñador. «Simboliza el oscurecimiento y la transformación gradual de la vida». Una sola bombilla dentro de cada estructura se adapta a la dinámica de plegado, creando una interacción de brillo y sombra que refleja conceptos de decadencia y renovación.
El diseño de los objetos de la fase divergente refleja la presión acumulativa de los desechos al tiempo que encarna simbólicamente la impermanencia de la vida, añadiendo una resonancia poética. Ota reflexiona que el apilamiento y el colapso gradual de sus secciones reflejan la despiadada producción de desechos por parte de la humanidad y su evidente impacto en la superficie terrestre. Si bien el objeto en sí es estático, su imponente presencia, más alta que el ser humano promedio, evoca sentimientos de asombro e introspección.
En la cultura japonesa, los rituales de limpieza y purificación proporcionan otra forma intuitiva de entender este trabajo. Al igual que la costumbre de esparcir sal después de un funeral para purificar las impurezas espirituales, el objeto invita a los espectadores a reflexionar sobre la naturaleza efímera de la vida y la riqueza material. Su presencia fomenta la contemplación en lugar de proporcionar conclusiones inmediatas, fomentando así un diálogo entre el observador y el objeto.

Takuto Ohta completa el objeto de fase divergente.

Implementado como un contenedor similar a un contenedor de gran tamaño.

la luz que emite la obra cambia de intensidad a medida que se pliega su estructura

Cada capa representa una de las «Nueve Vueltas», una pintura budista.