Casa colgando en el borde de un acantilado

Cliff Hanger House ocupa bruscamente en las laderas de la montaña Paku en Nueva Zelanda. diseño Arquitectura de Turner Roadesta retirada costera parece flotar sobre un acantilado sólido, a una altitud de solo 35 metros, que se extiende a través del puerto tailandés hasta la isla Slipper.

Su línea de techo de esquina y su huella compacta (solo 1140 pies cuadrados o 106 metros cuadrados) no son limitantes. La casa está tallada en un contorno natural a lo largo de la montaña, lo que le permite disminuir suavemente en el paisaje.

El revestimiento de cedro rojo occidental ayuda a la estructura a penetrar en el arbusto con visión visual visual, mientras que el acero delgado lo levanta sobre las ruinas empinadas, dando a la casa una calidad, ligera, aireada y profunda con la naturaleza.

El Hanger de Cliff está diseñado con principios pasivos en mente, con ventilación cruzada, materiales efectivos por calor y vidrio bajo para mantenerlo cómodo durante todo el año. Coloque los tragaluces y el vidrio para obtener la luz solar máxima y un impacto ambiental mínimo.


En el interior, el diseño está inteligentemente planeado. Dos habitaciones espaciosas con candidatos están llenos en el otro extremo para garantizar la privacidad, mientras que el centro de la casa reúne a todos.

La característica sobresaliente de la cocina es la isla, que incluye una mesa dispersa que se siente más como un mueble bien elaborado que como una mesa de comedor estándar. Este diseño reflexivo maximiza el espacio al tiempo que fomenta comidas, conversaciones y conexiones casuales.

La vida al aire libre es una extensión natural del espacio interior, con cubiertas de madera que se extienden al agua, creando un flujo sin costuras dentro y fuera. Estas plataformas están enmarcadas por barandas de vidrio y sombreadas por el sistema de persianas del techo, invitándolo a parar y disfrutar del paisaje

Las cubiertas de madera rodean la casa, extendiéndose a la sala de estar principal y se conectan sin problemas a las dos habitaciones. Este ciclo continuo permite que cada habitación se abra directamente al paisaje circundante.



Para echar un vistazo más de cerca a la casa en movimiento, mire el video a continuación.
Esta casa no es solo un escape moderno, sino que también muestra la posibilidad de que el edificio escuche la tierra. Es un diseño compacto, inteligente y profundo sensible al sitio que equilibra las formas audaces con características reflexivas.