Plegable Pabellón de paisajes convierte el edificio en una lente viva

La arquitectura generalmente forma el paisaje circundante, pero ¿qué pasa si realmente puede ser parte de ese paisaje mientras le permite remodelar el espacio y la perspectiva? El concepto de Michael Jantzen de plegable pabellón de paisajes explora esta idea, creando una estructura interactiva que desdibuja las líneas entre la arquitectura, las obras de arte y el mundo natural.
El cenador comienza con un marco de acero simple engañoso que alberga diez paneles de plástico de luz, cada uno con bisagras y dividido diagonalmente para que puedan doblarse y girarse en múltiples direcciones. Pero aquí está lo divertido: estos paneles son más que solo superficies decorativas. Son fotos de alta resolución tomadas de un lugar en el paisaje de Nuevo México, capturando todos los campos de visión posibles, incluso dirigirse directamente al cielo y al suelo.
Diseñador: Michael Jantzen

El piso en sí está laminado con fotos del piso exacto del pabellón. Cuando todo está doblado, la estructura en realidad desaparece en su entorno, creando una continuidad visual perfecta entre el paisaje de la fotografía y lo real. Al igual que en realidad un disfraz arquitectónico efectivo.
Lo que hace que este concepto sea realmente emocionante es cómo los visitantes interactúan físicamente con él. Cada panel se puede plegar del marco y luego manipularse a lo largo de su bisagra diagonal, lo que resulta en una configuración espacial casi infinita. Por un momento, estás en un cubo minimalista, y al siguiente estás rodeado de una escultura dinámica que parece que explota hacia afuera en el paisaje.

La verdadera magia ocurre en el contraste entre los seres congelados y los vivos. A diferencia de los cenadores reflejados que reflejan todo lo que está sucediendo en este momento, estos paneles de fotos capturan momentos específicos. A medida que cambian las estaciones, el clima cambia, la luz se mueve a través del cielo y las diferencias entre las imágenes estáticas y el paisaje vivo se vuelven más obvias y poéticas.
Jantzen diseñó el cenador para iluminar por la noche, lo que agrega otra capa de contraste entre el mundo de tomar fotos y realidad. La estructura se transforma de un dispositivo de camuflaje de paisajes durante el día a un faro brillante de memoria capturado después de la oscuridad.


El pabellón plegable representa más que solo proyectos inteligentes o hermosas imágenes. Esta es la meditación a tiempo, memoria y cómo experimentamos lugares. El concepto lo invita a cuestionar el final del paisaje y el comienzo del edificio, al tiempo que fomenta una relación más reflexiva con su entorno.
Esta arquitectura conceptual interactiva demuestra que los diseños más convincentes a menudo hacen preguntas en lugar de solo proporcionar respuestas. Jantzen creó algunos refugios parciales, esculturas parciales y consejos filosóficos sobre cómo vemos y recordamos el mundo que nos rodea.
