Los niños diseñaron este galardonado pabellón. Y cuesta solo $ 1000 …

Perdido en representaciones arquitectónicas suaves, inundando nuestra alimentación todos los días. Proyectos de presupuesto y materiales de otro planeta. Pero de vez en cuando, un proyecto corta el ruido con un propósito y originalidad tan claros para obligarlo a detenerse y mirar. Hola escalera High es uno de ellos. Fue una pieza dura y sobresaliente de Hao Li, un arquitecto de viaje ganó el premio A’Design de la Medalla de Bronce en 2020, y por una buena razón. Esta es una intervención de construcción diseñada y construida para una aldea rural en la provincia de Hubei en China.
Toda la iniciativa es una respuesta directa a la crisis social de los abuelos que crían niños mientras trabajan en ciudades distantes. Los arquitectos no solo elevaron otro patio de recreo, sino que también plantearon una pregunta más profunda: ¿puede la arquitectura convertirse en un medio para expandir el mundo de los niños y darles un sentido de agencia? La respuesta es sí. Abrieron un campamento de verano sin fines de lucro y entregaron herramientas para que los niños se conviertan en arquitectos. Este pabellón es el resultado de la confianza radical, una estructura que construye mil dólares y un corazón inconmensurable.
Diseñador: Hao Li

El diseño propone fielmente el concepto que los nerds arquitectónicos reconocerán de Reyner Banham: «situaciones abiertas participativas inciertas». Esencialmente, el arquitecto proporciona un conjunto de piezas y un marco, pero la forma final se deja completamente a los niños. El núcleo de este kit consta de veinte escaleras de madera estándar que encontrará en cualquier campo chino. Estas escaleras son bloques de construcción reconfigurables modulares. Se pueden inclinar, conectar y cubrir con manteles transparentes y cartón para crear túneles, fortalezas o etapas. Los niños han producido más de una docena de conceptos diferentes, y un niño incluso redactó 15 bocetos, demostrando que la creatividad florece cuando eliminas las reglas rígidas.


El cenador cubre una huella de 5.6 x 10.5m y se eleva a una altura de 2.9m, creando un espacio interactivo sustancial. Mediante el uso de escaleras de abeto chinas, manteles y otros materiales hiperlocales, el proyecto permanece en su contexto, lo que demuestra que los diseños significativos no requieren componentes importados caros. El genio está en la redefinición ordinaria. Las escaleras ya no son herramientas para escalar, convertirse en trusses, paredes o portales a un mundo nuevo. Esta es una poderosa lección para aprender a ser ingenioso para todos los involucrados.

En última instancia, la escalera HI es alta para demostrar que lo más valioso que puede construir no es la estructura, sino la confianza y las posibilidades en los corazones de los jóvenes. Los arquitectos tienen la sabiduría de dar un paso atrás y actuar como facilitadores, en lugar de autores, permitiendo a los niños dar forma a su entorno. Es un poderoso recordatorio de que, tanto el presupuesto como el material, las restricciones a menudo producen las soluciones más innovadoras. Este pabellón es una obra original, honesta y profunda de la humanidad, con un impacto mucho mayor que cualquier centro cultural multimillonario pulido.