Esta tensión entre cuerpo y política, cuidado y control también se refleja en la serie de Maggie Shannon refugio”, escribe: “Claramente, en Estados Unidos, la atención médica está racionada y la crueldad abunda. Los momentos más íntimos de nuestras vidas (nacimiento, pérdida, recuperación) están legislados, vigilados y politizados. Sus fotografías, tomadas dentro de una clínica de abortos en Maryland, dan testimonio del vínculo entre pacientes y personal que trasciende la política. Dentro de estos muros, el cuidado se convierte en un acto de resistencia.
Recientemente, cuando un amigo mío y otras 500 personas estaban solicitando visas de estudiante para estudiar en Estados Unidos, dejaron de seguirme, como si la política fuera contagiosa. Me he enfrentado al escrutinio por mi fotografía personal y recientemente decidí eliminar un proyecto completo de mi sitio web porque presentaba a beneficiarios de DACA. Estas imágenes podrían ponerlos en mayor peligro, especialmente considerando cómo ICE secuestra a personas en las calles. Lo que la gente no se da cuenta es que siempre tenemos que encogernos. He visto personas detenidas en el cruce fronterizo de Tijuana por nada más que tener una naranja en la mochila. Al menos la AIA tiene una mejor razón.
Como escribió Aldo Cervantes al reflexionar sobre la intermediación y el uso de chivos expiatorios en la vida de los inmigrantes: “El miedo es su arma favorita, pero la resiliencia lo es todo, y cuando nos cuidamos unos a otros, la resiliencia es omnipotente”.
