Casa Pasiva/Mareines Arquitetura


Descripción de la presentación del equipo del proyecto. Passive House fue concebida durante la cuarentena pandémica como una respuesta directa al deseo de una vida más sencilla, autónoma y conectada con la naturaleza. La casa, diseñada por Mareines Arquitectura, está ubicada en el interior de São Paulo en un gran terreno que ha pasado por un proceso de reordenación forestal, en colaboración con el estudio Vistara Paisajismo.


El edificio asume este compromiso desde su implementación, a través de un diálogo sensible con el terreno y un programa que respeta la circulación natural de los elementos.


Era importante que la casa se diferenciara del propio terreno, utilizando sus materiales y respetando su flujo. No se trata sólo de ser sostenible, sino de encarnar esa sostenibilidad. ——Ivo Mareines, arquitecto y socio fundador de Mareines Arquitectura
El punto de partida de este proyecto fue crear un Jardín amurallado triangular plantado con diversas especies y protegido por tres brazos arquitectónicos. «Se trata de una reinterpretación del claustro, elemento común del monasterio. Queríamos que fuera un espacio de tranquilidad, pausa y meditación», revela Marrains.

Esta búsqueda de introspección y tranquilidad también se refleja en la organización del entorno. La casa consta de dos volúmenes principales. El nivel inferior alberga áreas sociales y suites de huéspedes, distribuidas de manera fluida y continua. La zonificación se sugiere más que se impone: el espejo de agua, el mobiliario, la curvatura del techo y la propia incidencia de la luz crean atmósferas diferentes sin el uso de paredes. En la planta superior, aislada del jardín, se ubica la suite principal, un espacio amplio y reservado con despacho y vistas únicas al terreno, garantizando privacidad incluso durante las visitas.

El pronunciado techo de ladrillo con su prominente curvatura es uno de los elementos centrales del proyecto. Además de marcar estéticamente la vivienda, también actúa como recogedor del agua de lluvia, dirigiéndola hacia la piscina. Las placas de piso de doble piel y los amplios aleros trabajan juntos para lograr un enfriamiento pasivo del ambiente, eliminando la necesidad de aire acondicionado.

Passive House se posiciona como una arquitectura con soluciones modernas que se origina en su entorno y lo aprovecha al máximo, creando espacios confortables y ecológicamente sanos. «La casa transmite una sensación de absoluta tranquilidad. Es como si hubiera nacido allí.con la tierra y para la tierra. No impone su presencia, pero la acoge”, añade Ivo Mareines.
