Selección BAL: Bienal Latinoamericana de Arquitectura 2025

Celebrada en Pamplona del 23 al 26 de septiembre Bienal Latinoamericana de Arquitectura 2025 Reúne investigaciones emergentes y voces establecidas de todo el continente. Esta edición destaca por su calidad y variedad. prácticas seleccionadas: Un proyecto rico en forma y concepto, desarrollado por un estudio joven pero con una solidez admirable, que refleja la madurez y el dinamismo del panorama arquitectónico latinoamericano actual.
En esa reunión se hizo evidente un dilema que define el estatus de la disciplina hoy: los arquitectos latinoamericanos se debaten entre la impotencia frente a la dinámica. urbano Esto lo abrumaba, así como la necesidad de mantener la capacidad de imaginar lo no construido como horizonte de futuro. En medio de esta tensión se revelan las voces de una generación que, lejos de prometer soluciones integrales, persiste en la precariedad y al mismo tiempo abre grietas de posibilidades en la riqueza y el patrimonio natural y cultural. sabiduría aborigen Dar forma a la identidad del continente.
De los proyectos modernos a las incertidumbres contemporáneas
Artículos relacionados
Bienal Latinoamericana de Arquitectura 2025: Aquí 14 prácticas emergentes seleccionadas
este Baltimore 2025 Ofreció una valiosa lección: mirando retrospectivamente la arquitectura latinoamericana, recordó que la disciplina seguía siendo eficaz, no cuando prometía controlar la dirección de las ciudades, sino cuando insistía en imaginar espacios posibles en circunstancias aparentemente imposibles.

En esa línea, Martín Benavídez Situa su intervención dentro de la continuidad histórica al llamar la atención sobre ella. Bienal de Sao Paulo A partir de 1951, Max Bill y Óscar Niemeyer como discutieron arquitectura moderna Podrás participar en la construcción de un nuevo mundo después de la guerra.
Baste recordar los debates entre Max Buell y Oscar Niemeyer mientras en estos foros se decidía cómo participaría la arquitectura moderna en la construcción del nuevo mundo de la posguerra.
Esta referencia nos permite establecer un contrapunto instructivo. En la segunda mitad del siglo XX, la planificación urbana también modernidad del proyecto: La arquitectura es considerada vanguardia y motor cultural transformación urbana. Sin embargo, setenta y cinco años después las cosas han cambiado.
Nuestros arquitectos latinoamericanos pasaron de diseñar ciudades enteras, de ocupar un lugar central en la reconstrucción del Estado moderno, a actuar en los mejores casos como decoradores de espacios públicos y, en muchos otros casos, como escenógrafos de la vida doméstica burguesa.

Su reflexión plantea un punto crucial: si el movimiento moderno vio el continente como una promesa de liberación, la arquitectura hoy enfrenta Ciudades fragmentadas caracterizadas por la informalidad y la desigualdad. «The Behemoth», como lo llama Benavidez, ha caído fuera del ámbito de los proyectos modernos, dejando atrás una escena que ya no está bajo control.
Hoy, este escenario de posguerra parece repetirse en nuevas condiciones: las guerras comunicadas en tiempo real regresan, mientras que el futuro está limitado por la crisis climática, las tensiones políticas y las desigualdades sociales, lo que nos recuerda que la incertidumbre y el absurdo de los desastres persisten.
Informalidad y justicia espacial

la reflexión se extiende a Centroaméricaun grupo de voces del istmo y quienes lo estudian en profundidad amplían el debate sobre informalidad y desigualdad urbana. El investigador español José Ramón Moreno recuerda que tras la colonización, nuestras ciudades estaban profundamente Hubo una disminución de las áreas urbanas, lingüísticas y religiosas. En su discurso dejó una pregunta que tocaba el sistema nervioso central:
¿Es esta misa informal una tragedia?
Tu pregunta nos obliga a repensar informalidad no como excepciones o fracasos, sino como forma dominante de urbanización en gran parte del continente africano.

En lo que respecta a los costarricenses Michael Smith Cuestiona directamente la retórica del desarrollo sostenible:
¿Por qué mantener algo que es insostenible?
Su crítica pone en crisis el propio término, mostrando que ya no basta con señalar la urgencia del presente, y proponiendo, en este sentido, un salto hacia la justicia espacial y la regeneración.
La mayoría de la gente en la Tierra vive sin edificios.

Ambas intervenciones desestabilizan la certeza: lo que antes se pensaba como un orden posible hoy se revela como un ámbito heterogéneo y complejo en el que la legitimidad de la disciplina se basa en la incertidumbre. La cuestión ya no es sólo cómo lanzar, sino dónde hacerlo y con qué propósito.
Aprendiendo de los trópicos
participación Costa Rica Como país invitado, ofrece lecciones concretas: Vivir en los trópicos significa entender el clima y cultura, y traducir estas condiciones en cuestiones de proyecto. trabajo e investigacion Bruno Stanio y Ximena Ugarte Demuestran que la arquitectura tropical no es un estilo sino una actitud hacia el lugar. Se consigue el confort «Solo diseño»la sostenibilidad es algo natural: “La arquitectura bioclimática de sentido común es sostenible«.
Aleros, techos inclinados, corredores y vegetación integrada no sólo responden al clima: son estructuras culturales y sensibles que definen la arquitectura tropical latinoamericana. Si la arquitectura trabaja en conjunto, cada decisión de diseño permite que las fuerzas de los ocupantes, el espacio y la naturaleza misma armonicen con la vitalidad de los trópicos costeros.

Costa Rica Actualmente protegido Aproximadamente el 25% de la superficie terrestresalpicado de parques nacionales, reservas biológicas y santuarios de vida silvestre. Esta protección no es una carga sino un contexto que sitúa a la arquitectura y al desarrollo urbano en un sentido especial. Diseñar en un país donde domina la naturaleza significa reconocer su valor intrínseco, dialogar con sus paisajes y ecosistemas, y asumir que cada intervención tiene el potencial de enriquecer o alterar el escenario.

Aprovechando esta herencia, una nueva generación de arquitectos costarricenses se compromete Bienal Llevando la práctica al siguiente nivel. A partir de un conocimiento de la arquitectura bioclimática y de una relación sensible con el lugar, estudian e investigan los sistemas complejos que componen el entorno natural, reconociendo sus necesidades fundamentales y proponiendo intervenciones adaptativas. La arquitectura construida emerge entonces como un acto de mediación: acompaña, regenera y protege los procesos ecológicos, sugiriendo incluso el abandono de la construcción cuando el mejor aporte al territorio es ayudar al lugar a fortalecerse y recuperarse.

este Bienal revela cómo estos estudios de juventud Desempeñan el papel de mediadores: asesoran a quienes pueden intervenir para evitar efectos no deseados, reajustar y repensar el comportamiento de planificación. Deja un mensaje poderoso: el trabajo real no siempre es visible.
proyectos como resistencia
En medio de la inestabilidad y limitaciones de la disciplina, lo que persiste es la capacidad de proyección como forma activa de pensamiento y acción, una práctica de la imaginación. Convertir. Pensar en arquitectura sigue siendo un acto vital: la disciplina sigue siendo vibrante y relevante en el proceso de reflexión, debate y revisión de nuestras propias herramientas.
La arquitectura latinoamericana ha sobrevivido a la pérdida de la centralidad moderna, la desilusión de las utopías y la erosión de los compromisos con la sostenibilidad. Su fuerza reside en persistir en Alguien que pueda pensar, planificar y actuar incluso en condiciones de incertidumbre.


Proyección aquí significa abierto espacio de posibilidadescuestionando el presente y ensayando respuestas imaginadas críticamente. Esta postura clara y comprometida define el poder de nuestra práctica: la imaginación que asume responsabilidad, sostiene ideas e impulsa la acción.
La arquitectura latinoamericana se define por lo que se atreve a pensar y discutir, y por su capacidad de abrir grietas para la reflexión y la acción. En estas fisuras –en la voluntad de mirar atrás, proponer y perseverar– la vida y la disciplina todavía pueden encontrar un lugar.
En definitiva, la planificación en América Latina sigue siendo un acto de claridad y esperanza: pensar en arquitectura es aferrarse a la posibilidad de un futuro mejor.
