Nunca imaginarías que este hotel era originalmente un establo.

En el corazón de Phoenix, Arizona, un establo en funcionamiento se ha transformado en una casa de huéspedes llamativa y moderna que se siente como en casa en el desierto. Diseñador: área de construcciónel proyecto celebra la estructura original al tiempo que le da una nueva vida de comodidad y tranquilidad.

Un camino sinuoso conduce desde la casa principal hasta la casa de huéspedes, donde una zona de entretenimiento al aire libre con una cancha de bochas marca la pauta. El techo plano se extiende más allá de las paredes para crear voladizos profundos, mientras que los cálidos aleros de abeto Douglas se extienden continuamente desde el exterior hacia el interior, creando un flujo continuo de texturas y tonos.

El interior de la casa de huéspedes de 750 pies cuadrados es pequeño pero muy abierto. El diseño incluye una cocina compacta, una sala de estar, un dormitorio y un baño, y todas las habitaciones, excepto el baño, dan al patio trasero. El acristalamiento de altura completa orientado al norte permite que la suave luz del desierto llene el interior, creando una sensación de amplitud interior y exterior.


La cocina es sencilla pero eficiente, equipada con lo esencial y una barra que también funciona como comedor y espacio de trabajo. La zona de estar cercana es un lugar tranquilo para relajarse mientras disfruta de las vistas a los jardines del desierto.


En el dormitorio, una pared de hormigón forma la cabecera y marca el tono de una relajante paleta de gris, rojo y madera. Los materiales están perfectamente equilibrados, con la calidez natural de la madera contrarrestando la frialdad del hormigón y el acero negro.



El baño continúa con el tema de la sofisticación discreta, con azulejos grises, encimeras a juego y detalles en madera para una apariencia moderna y acogedora.

Al salir, se puede ver claramente cómo el espacio ha sido completamente rediseñado. Lo que alguna vez fue un granero utilitario ahora alberga un jacuzzi, una cancha de bochas y un jardín lleno de cactus y plantas del desierto. El ambiente es tranquilo y soleado, mimetizándose con el paisaje.

Lo que comenzó como un establo laborioso es ahora un complejo sofisticado diseñado para la vida moderna. Rodeado de la luz del desierto y tranquilos jardines, el albergue demuestra cómo un diseño cuidadoso puede preservar la historia de un edificio y al mismo tiempo crear algo completamente nuevo.