Casa FP / Estudio Cacau


Descripción de la presentación del equipo del proyecto. El proyecto consiste en la renovación completa de una casa de los años 70 ubicada en el tradicional distrito W3 Sur de Brasilia. Una familia formada por una pareja, dos hijos y dos gatos eligió la propiedad como su nuevo hogar. El principal desafío para Estúdio Cacau fue transformar la casa original – oscura, compartimentada y mal ventilada – en un espacio completo, luminoso, luminoso y lleno de vida.


Las casas en W3 siguen una tipología estandarizada: casas adosadas de dos plantas con plantas estrechas y profundas (aproximadamente 8 x 30 metros), que normalmente dan como resultado fachadas bien iluminadas pero interiores oscuros y sin ventilación cruzada. Para solucionar este problema se recomienda dejar huecos en los forjados a modo de terrazas para la iluminación y ventilación.


Eje verde y eje de luz como estrategias de diseño. El concepto original de Estúdio Cacau era crear dos vacíos centrales que sirvieran como patios internos y formaran el eje principal del proyecto. Estos jardines organizan toda la dinámica de la casa: además de brindar ventilación y luz natural al espacio central, aportan confort ambiental y cualidades estéticas que enriquecen la vida diaria de los residentes.

Integración y fluidez espacial. El plano de planta se ha reorganizado para reflejar el estilo de vida de la familia: social, acogedor y enérgico. Se eliminan compartimentos innecesarios, creando espacios amplios e integrados que permiten la entrada de luz y vistas. Un antiguo lavadero se convirtió en garaje; al invertir su posición en planta, se liberó el acceso principal a la casa, creando una suave transición entre el exterior y el interior.


El salón es el primer ambiente de recepción: espacioso y confortable. Desde allí, toda la casa cruza visualmente hacia el jardín trasero, reforzando el concepto de transparencia y continuidad espacial.


El corazón de la casa: cocina integrada y expresión artística. La cocina se ubica en el centro de la casa, totalmente integrada con las demás estancias, para uso social y familiar. Su práctica configuración y conexión a áreas de servicios facilitan la vida diaria. El espacio cuenta con un hermoso mural de azulejos del artista João Henrique, así como tragaluces que brindan luz solar y ventilación. La tapa retráctil permite abrir o cerrar el espacio según las necesidades del momento.

Jardín trasero y espacio recreativo. En la parte trasera, originalmente considerada la fachada principal según los planes de conservación de la ciudad, el jardín se redefinió como un área de recreación al aire libre. Grandes puertas correderas integran el salón con este espacio, que alberga una piscina (un deseo común de la familia), zona de barbacoa y un pequeño césped. Las puertas que conectan este jardín con el cinturón verde público W3 están diseñadas para abrirse completamente cuando sea necesario, difuminando la línea entre lo privado y lo público.

Sobre la zona de barbacoa, los arquitectos propusieron un pequeño «club infantil», un sueño para cualquier cliente joven. La pasión de la familia por el arte urbano también se refleja aquí: los niños decoraron el espacio con sus propios murales y, con el apoyo de sus padres, invitaron al artista Gurulino (representante del paisaje urbano de Brasilia) a pintar un gran mural en la escalera principal.

La arquitectura de la emoción: memoria y significado. La escalera original de mármol blanco se conserva como objeto conmemorativo. Para potenciar su efecto, se abrieron pequeños tragaluces para iluminar los murales y los espacios de circulación vertical.


A lo largo del proyecto, los paneles de metal blanco se utilizan como recursos multifuncionales: actúan como pantallas de lámparas, filtros visuales, barreras de seguridad e incluso como soporte para plantas trepadoras.
Planta superior: luz y privacidad. En la planta superior, la distribución también se organiza en torno a un patio interior, garantizando iluminación natural a todas las estancias. Se ha agregado un hermoso balcón compartido a los dormitorios interiores que antes eran oscuros, completo con hamacas. El baño infantil ha sido completamente reconfigurado con una nueva distribución, acabados coloridos e iluminación cenital a través de un tragaluz. A petición del cliente, el baño en suite se integró en el dormitorio, conservando la bañera original, situada ahora en el espacio de la antigua terraza.
Una escalera metálica conecta con la cubierta, ahora utilizada como mirador y espacio de contemplación doméstica.
Fachada: color, textura y vegetación. La fachada combina ladrillo visto, hormigón, estructuras metálicas y exuberante vegetación. Tonos de azul y naranja aparecen a tiempo, aportando energía y personalidad a la composición. Este tono se convirtió en la marca registrada del proyecto, sutil pero inquietante, que refleja las personalidades vibrantes y entusiastas de sus residentes.
