El Ferrari F76 sólo existe en un universo virtual, pero se siente más real que cualquier superdeportivo
cuando Ferrari Marcando su hito, es más que una simple retrospectiva; La marca italiana perfila el futuro. Para conmemorar los 76 años de tradición que comenzaron con la victoria del Barchetta de 166 mm en las 24 Horas de Le Mans en 1949, la compañía lanza el Ferrari F76: un superdeportivo puramente digital que sólo sirve como NFTmarcando el comienzo de una nueva era en el diseño y la propiedad de automóviles.
Ferrari describe el F76 como el primer «superdeportivo digital» construido no para asfalto sino para blockchain. El proyecto fue concebido por el Centro de Estilo de Ferrari bajo la dirección de Flavio Manzoni como un ejercicio de diseño legítimo en lugar de una mera novedad digital. El número 76 fue elegido para honrar la herencia de carreras de resistencia de Ferrari y al mismo tiempo marcar una audaz transformación digital.
Diseñador: Ferrari


F76 rompe las limitaciones de diseño tradicionales al aprovechar las posibilidades del espacio digital. Su diseño de doble fuselaje dividía al conductor y al pasajero en dos unidades distintas flanqueadas por un túnel central, convirtiendo todo el fuselaje en un ala gigante, algo que era completamente inviable según las regulaciones de los vehículos de carretera. La parte delantera presenta faros retráctiles ocultos debajo de tiras flotantes, los recortes laterales verticales hacen eco del superdeportivo F80 saliente y la parte trasera integra cuatro luces traseras típicas de Ferrari en la estructura del puente del ala.

Ferrari utilizó algoritmos generativos y diseño paramétrico para optimizar la aerodinámica, la refrigeración y el rendimiento del efecto suelo de la carrocería del F76, un enfoque que Chevrolet podría llamar «código físico». En ambas cabinas, la tecnología drive-by-wire sincroniza la dirección y los pedales para que el conductor y el pasajero reciban retroalimentación al unísono, aunque en el ámbito digital la «retroalimentación» es sensorial más que basada en sensaciones.

Disponible únicamente para miembros del «Hyperclub» de Ferrari únicamente mediante invitación. Cada propietario elige la decoración, las ruedas y el acabado interior durante el programa de entrega de tres años y luego recibe un archivo digital bloqueado: un NFT único que se puede guardar, vender o exhibir en el garaje virtual. El precio no se ha revelado y tampoco se ha construido nada parecido en el mundo real. Esta es la creación de la velocidad de la luz, no el caucho sobre el asfalto.

Con el F76, Ferrari no sólo responde a la tendencia NFT, sino que también promueve el desarrollo de NFT. Es un desafío a la transformación digital. El proyecto sirve como vehículo conceptual para ideas de diseño que eventualmente podrán incorporarse en modelos de carretera, aunque por ahora el F76 está limitado al ámbito virtual. Para los fanáticos de la cultura del automóvil y la innovación digital, esto plantea la pregunta: ¿Qué pasaría si superdeportivo Al existir sólo en código, ¿qué tan real es esta experiencia y hasta qué punto esta novedad se extenderá al mundo físico?

Si está interesado en la intersección del diseño de superdeportivo, blockchain y exclusividad digital, esté atento a cómo evoluciona el F76 y si su ADN de diseño migra a modelos tangibles de Ferrari. Considere esta su invitación a explorar el futuro de la expresión automotriz. Tampoco podemos descartar la aparición de este hermoso superdeportivo en series de juegos como Forza Horizon o Gran Turismo.




