Spitting Image vs. Paddington Bear: la disputa legal plantea preguntas interesantes
El oso más educado de Gran Bretaña se ha visto envuelto en una disputa legal increíblemente sórdida. Los escritores gráficos y comediantes Al Murray y Matt Forde demandados por StudioCanal (la compañía detrás del programa) películas recientes del oso paddington – Retrataron al querido personaje como un copresentador de un podcast satírico malhablado y adicto a las drogas. YouTube.
El comediante lo calificó de ataque a la libertad de expresión; StudioCanal lo calificó de infracción de propiedad intelectual. Desde que este caso llegó a los titulares, Spitting Image se ha duplicado y ha publicado otro vídeo de uno que ahora no tiene abrigo ni sombrero, pero sigue sin hacer nada bueno. Es un recordatorio conmovedor de que en el panorama mediático actual, la línea entre la propiedad protegida y la sátira nunca ha sido borrosa ni tan controvertida.
Antecedentes del caso
Pocos iconos encarnan mejor la esencia de Gran Bretaña que el oso Paddington. Es un tipo decente: educado, pulcro y le encantan los sándwiches de mermelada. Pero cuando Spitting Image lo reformuló como un copresentador de un podcast satírico malhablado y que inhala cocaína, los resultados, como era de esperar, explotaron. StudioCanal interpuso un recurso ante el Tribunal Superior alegando infracción de derechos de autor y diseño.
Los comediantes Al Murray y Matt Forde, los creadores del programa, expresaron confusión. Para ellos, esto no es sólo una disputa legal: es un intento de suprimir la sátira. «Si vamos a esperar algo, es que Paddington nos mire mal», bromea Ayer, pero el punto de vista de la pareja es serio: la comedia y los comentarios dependen de la libertad de burlarse de los íconos culturales.
El programa en sí, The Rest is Bulls*!t, parodia la floreciente industria de los podcasts, combinando una versión títere del Príncipe Harry con un oso Paddington cachondo.
Secuelas y nuevo vídeo.
Desde que el caso legal llegó a los titulares, Spitting Image se ha negado a dar marcha atrás. En cambio, el equipo lanzó un video de seguimiento que muestra al mismo Bear sucio, todavía esnifando cocaína, todavía malhablado, pero sin su trenca y su sombrero rojo característicos. Al eliminar los rasgos más identificables del personaje, los creadores reconocieron la acción legal pero cuestionaron el tratamiento que StudioCanal da a los íconos culturales como propiedad intelectual intocable.
Ironía, propiedad intelectual y límites del diseño
Para los creadores, es una lección sobre cómo las obras creativas pueden entrar en conflicto con la propiedad intelectual. Paddington es más que un simple personaje; Es una identidad de marca cuidadosamente administrada, con colores específicos, detalles de ropa e incluso rasgos de personalidad que pueden ser parte de propiedad intelectual protegida.
Desde una perspectiva jurídica, la reacción de StudioCanal es comprensible. Invirtieron millones de dólares para construir una marca global familiar. Pero desde una perspectiva creativa, el impacto podría ser preocupante. La sátira y el comentario cultural se vuelven peligrosos si cada reinterpretación de una figura conocida debe pasar primero un escrutinio legal.
Hemos visto esto antes. Disney Al perseguir a los artistas que se hacen pasar por Mickey Mouse, Banksy enfrenta una batalla por la propiedad de los derechos de autor de su propio trabajo anónimo, y las herramientas de inteligencia artificial ahora están recopilando vastos conjuntos de datos de imágenes sin permiso explícito. Cada vez surge la misma tensión: el instinto de proteger versus el deseo de crear.
Análisis jurídico (según nuestro leal saber y entender)
Aún no hemos visto la queja, pero StudioCanal parece estar alegando infracción de derechos de autor y de diseño, con posibles reclamos de marca registrada/falsificación también. Primero mira el diseño. Un diseño británico registrado tiene una validez de hasta 25 años. Los derechos de diseño no registrados en el Reino Unido suelen tener una validez de 10 años después de la primera comercialización o 15 años después de la creación, lo que ocurra primero. Sobre esta base, es posible que cualquier derecho de diseño histórico de Paddington haya expirado.
Los derechos de autor de los personajes dibujados/esculpidos para películas (arte de producción, modelos, fotografías) pueden calificarse como «obras artísticas» y son propiedad de StudioCanal y generalmente duran hasta 70 años después de la muerte del creador. Esto es importante porque Spitting Image no se refiere solo a osos educados; Inicialmente tomó prestadas señales visuales reconocibles (trenca, sombrero rojo) antes de eliminarlas en videos posteriores, casi con certeza para minimizar el riesgo de infracción.
Una posible defensa es la excepción de parodia/caricatura/parodia según la ley de derechos de autor del Reino Unido. Sin embargo, para que este argumento tenga éxito, el acusado debe demostrar un «trato justo». No existe una definición legal para esto, pero los tribunales examinarán si la cantidad asignada a la obra protegida por derechos de autor es razonable y apropiada. Cuanto más fácil sea identificar los elementos promocionados, más difícil será la prueba de equidad. Quitarse el sombrero y el abrigo icónicos refuerza la postura de la parodia (menos «tómalo», el mismo comentario), pero no garantiza el éxito.
También se puede reclamar la infracción de una marca registrada (por ejemplo, usar el nombre o la imagen del oso Paddington), aunque debe existir una probabilidad de confusión o ventaja/perjuicio injusto, no solo un delito.
Vale la pena señalar que la defensa de parodia/caricatura/parodia no se aplica a la infracción de diseño.
esperar
Lo que suceda a continuación puede sentar un precedente más allá de este caso concreto. Si StudioCanal gana su demanda por derechos de autor, espere controles corporativos más estrictos: más cese y desistimiento, más depuración con aversión al riesgo y más autocensura cada vez que un diseño imita a un personaje famoso.
Si gana Spitting Image, fortalecerá la protección de la parodia/caricatura en el Reino Unido, confirmando que los artistas pueden tomar prestados elementos reconocibles para críticas o comentarios, siempre que el uso equivalga a un «trato justo». Esta decisión puede arrojar luz sobre lo que significa “trato justo” en el contexto de la imitación.
De cualquier manera, los creadores aún necesitan equilibrar sus creaciones con la propiedad intelectual asociada propiedad de terceros.