Construyendo una casa | José del Carmen Palacios Aguilar

© Fundación Querini Stampaglia | Fuente: arquitectura oculta
Construir vivir Es crear, medir, observar e imaginar cómo la vida fluye a través del crisol del tiempo y el espacio. En este proceso no sólo construimos lugares sino también nosotros mismos: somos tiempo y espacio, materia y memoria.
Hospedarse Se trata de superponer e iluminar escenas en las que la idea de habitar remite siempre al ser humano. No se trata sólo de hacer, sino también de saber: un conocimiento que, como la pátina de la superficie de un material, permanece en cada huella y emerge en la dureza y finura del material.
En definitiva, construir significa construirte a ti mismo. Es conocerse en el tiempo, entrar en el espacio hasta casi desaparecer, para luego “volver al ser”. En este retorno, la humanidad se convierte en un espacio: un espacio que habla, que puede ser transportado, que puede revelar hábitos, que puede señalar límites, que puede vislumbrar su historia en los ásperos rincones de las piedras que se han deformado, o cuya historia se vislumbra en los recodos del agua de lluvia sobre tejas que de alguna manera esperan su llegada, diluida en su propia esencia.
La arquitectura también siente cómo cada momento de la vida se forja en una experiencia única: la vida. Se construye en el espacio sin plena conciencia de nuestras acciones hasta que le damos verdadero significado a través de la vida.