Villa Tapi/Arquitectura Tadu


Descripción de la presentación del equipo del proyecto. El proyecto distribuye 22 habitaciones entre jardines, caminos y diferentes plantas, con una disposición no lineal que invita a descubrir, como quien se pierde en las callejuelas de un pueblo costero de la costa de Ceará. El hotel es un refugio tropical en el corazón de Jericoacoara.

A pocos metros de la playa de Malhada, el terreno presenta un conjunto de volúmenes independientes conectados por escaleras exteriores y senderos entre vegetación tropical. El concepto principal – “Villa Tropical y su Jardín Secreto” – guía toda la propuesta: una experiencia de caminar, explorar y encontrar perspectivas inesperadas entre la arquitectura y la naturaleza.

Con vistas al Morro do Serrote, al atardecer sobre el mar o a los jardines interiores, cada habitación tiene una relación única con el paisaje. este La distribución en forma de U organiza las zonas de ocio y piscina en el nivel inferior, preservando la privacidad de las estancias de las plantas superiores, que se abren al gran jardín central del complejo.

Villa Tapí es un proyecto arquitectónico integrado en el paisaje. La materialidad expresa el carácter del lugar a través de madera natural, piedra karili, estuco rústico y arena expuesta a lo largo de los senderos. El paisajismo incorpora especies nativas, potenciando la inmersión tropical y la continuidad visual con el medio ambiente.


La luz y el viento, elementos abundantes de la zona, son los protagonistas del proyecto. Las aberturas con persianas garantizan ventilación cruzada y confort térmico natural, al tiempo que aprovechan al máximo la luz natural y reducen la dependencia de la energía artificial. El complejo también cuenta con paneles solares para calentar el agua, reafirmando el compromiso ambiental del proyecto.

El área social alberga una piscina, salón cubierto, restaurante y un gran jardín, creando una secuencia fluida entre espacios abiertos y sombreados. El área de habitaciones de huéspedes está ubicada en el piso más alto, con una vista amplia y un ambiente tranquilo. Esta diferencia de elevación, además de resolver la topografía, crea una narrativa espacial de descubrimiento: cada escalera, cada desnivel, revela una nueva relación con el entorno.

La fusión entre arquitectura, paisaje e interiores realza la atmósfera característica de Jericoacoara con los pies en la tierra. Los materiales locales, los muebles de madera natural y los artículos hechos a mano evocan la refinada sencillez de la cultura costera.
