La torre con forma de cañón de ZHA culmina en el distrito cultural de Shenzhen

El último proyecto de Zaha Hadid Architects en Shenzhen parece pertenecer a otro mundo. El Centro Yidan, que acaba de culminar este mes, se destaca contra el horizonte de la ciudad con su forma ondulada parecida a un cañón que parece desafiar la lógica arquitectónica tradicional.
Sin embargo, esta no es sólo otra torre llamativa. El complejo de 165.815 metros cuadrados servirá como sede del Premio Yidan y de la Fundación Chen Yidan, ambas creación del cofundador de Tencent, el Dr. Chen Yidan. Ubicado en el corazón del distrito cultural emergente de Shenzhen y adyacente al Nuevo Museo Qianhai, el edificio se posiciona como un actor importante en el paisaje cultural de la ciudad.
Diseñador: Zaha Hadid Arquitectos


La naturaleza se encuentra con la arquitectura
Lo realmente llamativo de este edificio es el enorme espacio exterior que ocupa en su corazón. Cha lo llama «cañón» y la comparación no es exagerada. Los arquitectos se inspiraron en los valles y cañones naturales que atraviesan el área para crear un espacio central que es a la vez dramático y significativo. Terrazas y balcones rodean este espacio central, transformando un simple patio en un lugar más dinámico.
La idea es mover a las personas entre niveles, fomentando el tipo de contacto espontáneo que inspira la colaboración. Este es un movimiento audaz que transforma la circulación en actividad arquitectónica. La piel del edificio cuenta su propia historia a través de capas de lamas exteriores que crean sombras profundas y patrones cambiantes a lo largo del día. Estos no son solo para mostrar: bloquean la intensa luz del sol y al mismo tiempo conservan las vistas de la cámara de proa, una solución práctica empaquetada en una forma llamativa.

ambición verde
Si bien el Centro Yidan alberga mucho drama escultórico, también pone un fuerte énfasis en la sostenibilidad. El proyecto tiene como objetivo lograr la certificación de construcción ecológica de tres estrellas más importante de China y la certificación LEED Gold, lo cual no es poca cosa para este complejo. El diseño incorpora un sistema de ventilación híbrido y vidrio inteligente para hacer frente al clima notoriamente húmedo de Shenzhen sin depender completamente de sistemas mecánicos. El equipo dirigido por el director Patrick Schumacher y la directora del proyecto Manuela Gatto tuvo que equilibrar las ambiciones artísticas del edificio con sus necesidades prácticas.
El resultado parece a la vez de otro mundo y arraigado en las limitaciones del mundo real. La misión del edificio se centra en la educación y la innovación, con instalaciones de investigación y espacios de exhibición para apoyar los esfuerzos de reforma educativa de la fundación. Los visitantes ingresarán a través de jardines paisajísticos que descienden hasta el fondo del cañón, donde grandes tragaluces inundan el interior con luz natural. El nivel inferior albergará One Piece, un programa de aprendizaje centrado en la comunidad diseñado para recibir a personas de todas las edades. Es un ambicioso programa social que utiliza la arquitectura como catalizador para objetivos educativos más amplios.
