Salón Central Ebolense / ateliermob


Descripción de la presentación del equipo del proyecto. El Salón Central Ebolense es un espacio cultural público ubicado en el corazón del centro histórico de Évora, dentro de un área designada como Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO. El edificio tiene una rica historia de intervención arquitectónica, en particular la diseñada por Francisco Keil do Amaral en 1945, pero a pesar de su gran escala y presencia urbana simbólica, el edificio ha estado cerrado desde la década de 1980 y se ha deteriorado significativamente.

En 2017, tras un proceso de selección competitivo, ateliermob fue designado para liderar el proyecto de restauración del edificio. Los planes preliminares enfrentaron dos desafíos principales: reposicionar la entrada principal al patio de Salemaa, concebida como un catalizador para la revitalización de este espacio urbano único, y diseñar un auditorio flexible, de caja negra, adecuado para el arte contemporáneo y la práctica escénica.

A lo largo de los años, las excavaciones arqueológicas han permitido integrar salas de ensayo subterráneas, que reflejan las dimensiones del escenario principal. El proyecto invirtió la orientación original del edificio, reposicionando la entrada y el escenario para optimizar la circulación. Desde la nueva entrada, los visitantes pueden acceder a espacios de ensayo, una cafetería librería ubicada dentro de la icónica forma curva del edificio y una terraza en la azotea con vistas panorámicas de la ciudad.

Dada su relevancia cultural y urbana, y su contribución a la exitosa candidatura de Évora para ser Capital Europea de la Cultura en 2027, el proyecto implicó una amplia participación comunitaria, incluidas reuniones participativas con partes interesadas, profesionales y ciudadanos locales. Las obras de renovación comenzaron en abril de 2020, poco después de que comenzara el confinamiento por la COVID-19, y reabrirán en septiembre de 2024.

El nuevo vestíbulo central, accesible desde el Pátio do Salema, se convierte en el centro de circulación dentro del edificio. Aunque se conserva un acceso secundario desde la Rua de Valdevinos, las dos entradas ahora están conectadas por un vestíbulo común. La planta baja reestructurada incluye camerinos, espacio de apoyo para artistas, áreas de taquilla y guardarropa, baños y un bar.

Gracias a trabajos arqueológicos previos, ya se ha creado el espacio de pruebas subterráneo y no es necesaria ninguna excavación adicional. Replica el área del escenario e incluye pasillos separados para actuaciones más íntimas. El auditorio de caja negra es la pieza central del proyecto arquitectónico. En comparación con la sala original, su capacidad se ha reducido a la mitad para permitir la máxima flexibilidad. El sistema de asientos retráctiles y la rejilla técnica de ancho completo permiten una variedad de configuraciones, apoyando una variedad de expresiones artísticas contemporáneas.


La inversión del escenario y las áreas detrás del escenario resalta la característica arquitectónica más llamativa del edificio: un espacio esquinero de triple altura con iluminación natural que ahora alberga la cafetería-biblioteca y la circulación vertical, conectado al entrepiso en los pisos superiores, culminando en un techo ajardinado.

Externamente, el edificio conserva su carácter histórico: las fachadas tienen los tonos originales, la piedra combina con los materiales existentes y una nueva estructura de techo de metal está cubierta con tejas de terracota tradicionales. Internamente, las zonas públicas están dominadas por una paleta sobria de negro, blanco y gris, enriquecida con materiales locales como el corcho. Los acabados acústicos y de madera envuelven las cajas negras y las salas de ensayo, mientras que las puertas verticales están terminadas con detalles en rojo brillante.
