Casa El Recer / Viraje Arquitectura

Descripción de la presentación del equipo del proyecto. La casa se asienta sobre una parcela inclinada que desciende hacia los rápidos, rompiéndose para entrelazarse con los espacios exteriores y descendiendo naturalmente para aprovechar las vistas.


Diseñada para una familia de cinco personas, la casa se planteó desde el principio como un santuario cercano a la calle y abierto a los espacios exteriores de la parcela y a las vistas. La propuesta propone una fachada principal totalmente impermeable y alejada de la calle. El enorme volumen de hormigón, opaco al ámbito público, se abre a la trama una vez atravesado.

La casa se divide en diferentes volúmenes que van disminuyendo a medida que entran en la parcela, llenando el espacio junto a la calle y vaciando el espacio de uso libre de la parcela. Estos volúmenes van disminuyendo paulatinamente y se ubican sobre la pendiente natural del terreno, creándose ligeras inhomogeneidades entre ellos. De esta forma, las piezas caen de forma amigable, produciéndose un cruce de unas piezas sobre otras.

El hormigón prefabricado se utiliza como eje central de la construcción sostenible y material duradero, pero se maneja de forma orgánica y amigable dibujando curvas para organizar los recorridos. La casa tiene una estructura y envolvente industrializada, utilizando paneles prefabricados de hormigón 2D y sistemas de ahorro energético como aire térmico y paneles fotovoltaicos para generar su propia electricidad. Queríamos aprovechar materiales nobles como los macizos muros de hormigón y revelar toda su fuerza y peso en la fachada opaca del paso. Asimismo, para marcar los diferentes volúmenes pesados, se colocan soportes en el suelo y se perforan para guiar las vistas. El proyecto materializa la idea de santuario, de ahí su nombre valenciano «El Recer».


El proyecto consta de amplios espacios con grandes aberturas orientadas al este, protegidos del sol pero totalmente conectados con espacios verdes. El espacio de acceso a la casa se resuelve mediante un camino descendente que conduce a los visitantes hasta el umbral de la casa, proporcionándoles refugio. Como una cueva, dos paredes curvas te invitan a un pasaje debajo de un gran bloque de hormigón opaco.


Una vez abierta esta puerta, la casa nos recibe en su interior con un espacio completamente opuesto a este pasaje opaco. El recibidor dispone de un gran ventanal de lamas, completamente abierto a la estancia principal del espacio de día, con una altura de 3m. La escalera de la casa desciende hasta el hall de entrada como una obra escultórica de acero y madera, dándole protagonismo dentro de la casa.

Bajando unos escalones se ingresa al espacio de sala, comedor y cocina, que conduce al área de acceso y da al exterior, con un gran porche a un lado y una terraza privada cerrada al otro. Este gran espacio es el corazón de la casa y está albergado por un gran porche con vistas despejadas. La parte restante resuelve una función doméstica, dotada de una zona de dormitorio familiar, otra zona para alojar a miembros de la familia y otra de usos diversos.

edificio residencial