UNAVELA mecanizó esta taza de espresso cúbica a partir de un bloque de aluminio

El espresso es un pequeño ritual cotidiano que suele ocurrir en una taza de porcelana anónima que se saca del armario sin pensarlo dos veces. Cada vez más diseñadores prestan atención a estos pequeños momentos, utilizando materiales y geometrías precisas para que parezcan intencionados en lugar de automáticos. La taza de café de aluminio de UNAVELA es una de ellas, toma algo familiar y lo presenta como una pieza escultórica, casi arquitectónica, que querrás permanecer visible en tu mostrador.
La taza proviene del estudio franco-español UNAVELA, fundado por dos ingenieros aeroespaciales que ahora aplican esta actitud rigurosa a los productos cotidianos. El juego consta de una taza cúbica de aluminio con mango de bola y un platillo con marco cuadrado, todo arenado y anodizado en plata mate. Diseñado para ser utilizado, notado y conservado en lugar de olvidado en un armario, es el primero de una serie más amplia de objetos funcionales.
Diseñadores: Javier De Andrés García, Anaïs Wallet (el aparece)

El vaso en sí es un cubo alto y estrecho mecanizado a partir de una sola pieza de aluminio 6061, con una abertura cuadrada que contiene 50 ml de cerveza. Una faceta presenta una sólida bola de metal a modo de mango, creando un sorprendente contraste entre bordes afilados y geometría pura. Cuando se llena, el interior plateado refleja el color cálido del café, por lo que la bebida define visualmente el interior en lugar de un acabado o revestimiento separado.


El platillo tiene la forma de un marco cuadrado plano con cortes rectangulares redondeados y un hueco central para la taza. Visto desde arriba, parece un borde delgado flotando alrededor del cubo, especialmente cuando se gira en orientación de diamante. El área abierta reduce el peso visual y hace eco de la huella cuadrada de la taza, convirtiendo el platillo en un escenario en lugar de un simple posavasos o plato.

Por supuesto, UNAVELA utiliza tecnología CNC para mecanizar tazas individuales y luego arena la superficie para lograr una textura suave y satinada que es suave al tacto. La anodización transparente de calidad alimentaria protege el metal y garantiza que sea seguro para beber, similar a una moka italiana tradicional. Cada pieza es ensamblada e inspeccionada a mano en su taller del sur de Francia.

La taza no se calienta demasiado para sostenerla; Las pruebas lado a lado con porcelana mostraron temperaturas exteriores similares. El aluminio anodizado no afecta el sabor y es seguro para el café. Aunque la abertura es cuadrada, un lado coincide con el ancho promedio de la boca, por lo que puedes beber desde el borde plano en lugar de desde la esquina, y cuando toca tus labios, la experiencia se siente perfectamente normal.


La taza sólo se puede enjuagar con agua, sin jabón, lavavajillas ni estropajos, haciéndose eco de la rutina de cuidado de una clásica cafetera italiana. La taza de café de aluminio convierte una taza de espresso instantáneo en un momento de interacción con la geometría y los materiales. No se trata tanto de maximizar el aislamiento o la capacidad sino de disfrutar la forma del ritual en sí, sosteniendo algo que se sienta tan reflexivo como el café en su interior.
