Restaurante Infantil en Orvieto / Rogelio Ruiz + Macario G. Astorga


Descripción de la presentación del equipo del proyecto. Esta es una sala separada adjunta al jardín de infantes.

Aspectos funcionales – Los restaurantes infantiles tienen dos tipos de usuarios: niños y trabajadores. Hay dos tipos de estos últimos: los que vienen de fuera para atender y manipular los alimentos, y los que tienen que cuidar a los niños durante las horas de comida. Por ello, separamos el área de la cocina en la entrada de alimentos y el área de niños (donde se brindan los servicios) y el área de mochilas. El proyecto consta, por tanto, de dos cabeceras de menor tamaño (pues la superior alberga el equipo de aire acondicionado) y una nave central de altura completa, donde se ubica el propio restaurante.


Aspectos de forma y diseño: aunque el proyecto se ha adaptado para darle mayor movimiento y alegría, los módulos son asimétricos, cambiando la dirección del faldón para permitir que aparezcan diferentes fachadas sobre el techo. Usamos una matemática simple que produce un cuerpo vibrante y fragmentado debido a su disposición hacia la derecha o hacia la izquierda.

Las armaduras, y posteriormente las formas, dependen de los ángulos de bisel, a saber: treinta y sesenta grados. Además, la forma del espacio interior recuerda a la iglesia de Alvar Aalto en Riola, cerca de Bolonia, Italia, con detalles diseñados por Scharoun… Hay dos escalas, el eje de la entrada a la cocina es el eje de los ancianos y, por lo tanto, está sostenido por ventanas de la escala «mayores», y el eje de la mesa del comedor tiene una ventana continua de la escala «niños y niñas».

El sistema constructivo elegido es una estructura metálica recubierta con paneles secos de diferentes materiales (chapa galvanizada, alucobond…), con un juego de planos y curvas en la cubierta que potencian su imagen en el entorno. Los conductos de aire acondicionado son claramente visibles.

Desde la calle se puede ver a los niños y niñas comiendo, y se puede ver el pasto verde a través de los grandes ventanales hacia el oeste, y los autos y árboles a través de las ventanas bajas hacia el este.


Sus padres también pueden ver cómo les va a sus hijos desde fuera. En la parte superior del propio espacio del restaurante, una ventana redonda orientada al norte y otra orientada al sur nos recuerdan el sol y la luna.
