Casa Akama / Di Frenna Arquitectos

- área:
Capítulo 668 metros cuadrados
Año:
2024
proveedor: Holshim

Descripción de la presentación del equipo del proyecto. La entrada a Casa Akama estaba antiguamente La presencia de un árbol majestuoso. Su tamaño, su antigüedad y su postura obligan a mirar hacia arriba, a detenerse. De un lado, los primeros cuerpos de agua reflejan la luz y el movimiento de las ramas, presagiando lo que se repetirá más adelante: el agua aparece en momentos clave, marcando pausas y generando cierta calma en el camino.

El lobby es un espacioso espacio de doble altura. Su estructura abierta deja pasar la sombra y el verdor, como si la casa evitara perturbar lo que ya está sucediendo en el terreno. Mientras visitaba la casa Puedes sentir la obvia estructura de hormigón de las paredes. Plano, poroso y ligeramente irregular: su textura refleja el proceso constructivo y crea una frescura con el clima local.

Desde allí se cruza un puente que luego conecta las habitaciones superiores. De esta forma, el espacio se abre al salón, otra doble altura que amplifica la entrada de luz. Las vigas de acero negras marcan el ritmo de la estructura, mientras que las ventanas reflejan lo que sucede afuera: follaje, sombras y el cielo en constante cambio. La casa no intenta separar el interior del exterior, sino que permite que se fusionen. Los límites se difuminan y el paisaje pasa a formar parte del interior.

La planta baja se distribuye en dos alas. Por un lado, la cocina y la terraza se integran de forma natural en el jardín, sin sensación de jerarquía. El espacio fluye sin interrupción, invitándote a disfrutar de una vida sin barreras. La sala principal, en cambio, se convierte en un espacio más reservado, casi autónomo. Tiene su propio acceso al jardín y a la piscina, que es el cuerpo de agua más grande de la casa.


Arriba, puentes que cruzan el vacío conectan tres habitaciones y una sala de estar. Cada habitación cuenta con una terraza, diseñada para aprovechar la luz, el aire y la vegetación. Desde allí, las vistas pasan entre las copas de los árboles y los sonidos ambientales entran sin esfuerzo, haciendo que cada espacio se sienta conectado con el paisaje de una forma directa, tranquila, sin nada artificial.


Estos materiales funcionan entrelazándose entre sí. Sepa cuándo destacar y cuándo ceder el paso a la persona que tiene delante: El hormigón gris permite que la vegetación circundante ocupe un lugar central. El acero une y sostiene discretamente. El vidrio magnifica lo que hay afuera. Las piedras de las paredes y suelos exteriores anclan la casa al terreno. La madera puede aportar calidez allí donde se necesita.

Casa Akama está diseñada para convivir con su entorno. para Ábrete cuando sea necesario, protégete cuando sea necesario y deja que lo que sucede afuera entre de forma natural. Este es un lugar que sabe dialogar con el paisaje, con calma pero sin impaciencia.
