La tienda de cajas de plástico es una ‘galería de arte brutalista disfrazada de supermercado’
El estudio de arquitectura Minimal Studio lanza Plastic Box, supermercado existir mallorca con un minimalista El interior es de hormigón visto, con 1.200 cajas de plástico colocadas en el techo.
Totalmente funcional comercioUbicado en Puerto Pollensa, Mallorca, el estudio lo concibió como una «envoltura de hormigón en bruto».

«Redujimos la estructura a su esencia, eliminando todos los acabados anteriores y dejando al descubierto sus huesos originales». estudio minimalista dijo a Dezeen el fundador Juan David Martínez Jofre.
«El espacio se redefine a través de la luz, el reflejo y el ritmo, reemplazando los pasillos tradicionales con secuencias visuales que guían a los visitantes como una ruta de exposición», continúa Joffre. «Esta transformación elimina todo rastro del lenguaje del comercio, dejando sólo la arquitectura, los materiales y la luz para contar la historia».

Minimal Studio también utilizó hormigón dentro de la tienda de 193 metros cuadrados, dejando las paredes y los techos expuestos y creando mesas y estantes de hormigón.
«El hormigón encarna control y autenticidad», dice Joffrey. «Ancla emocional y visualmente el espacio, equilibrando la volatilidad del plástico y lo efímero del embalaje».

El estudio complementó el hormigón visto con una variedad de otros materiales industriales.
«Además de hormigón visto, utilizamos acero inoxidable, policarbonato translúcido y paneles de plástico reciclado», afirma Joffrey.
«Cada material fue elegido por su capacidad para distorsionar la luz y disolver los límites físicos», añadió.
«Juntos construyen una atmósfera inmersiva: reflectante, industrial y etérea. El resultado es un entorno híbrido: estructuralmente pesado pero perceptualmente ligero».

Minimal Studio utilizó 1200 cajas de plástico reciclado para crear una instalación de techo escultural dentro de una caja de plástico. Además de formar interesantes detalles interiores, las cajas también son funcionales: albergan iluminación LED, sistemas de ventilación y recolección de agua de lluvia.
«Obtuvimos las cajas de redes locales de distribución de alimentos, dando nueva vida a un elemento industrial desechado», explica Joffrey.
«Una vez suspendidos e iluminados, crean una red flotante de reflejos y sombras, una membrana luminosa que filtra la luz como una escultura viviente».

Los colores del espacio son neutros y apagados, con tonos de gris, beige y verde salvia claro que forman un telón de fondo separado para los coloridos envases de los productos del supermercado.
«The Plastic Box fue concebida como una galería de arte brutalista disfrazada de supermercado: un espacio donde convergen el consumo, la reflexión y el exceso material», dijo Joffre.
«Este concepto transforma un programa funcional en una instalación: el embalaje se convierte en el marco, el producto en la obra de arte y la luz en el curador».

Jofre dijo que las cajas de plástico provocaron una respuesta positiva de los compradores.
«Este espacio invita a la curiosidad, la introspección y la calma, muy alejado del típico entorno comercial», concluyó.
Otros supermercados diseñados creativamente en Dezeen incluyen Una tienda en tonos pastel en Estocolmo y un Supermercado holandés de posguerra con dos torres.
La fotografía es de Leonardo Cóndor.