Completo y sutil | sergio de miguel

Cuando Barthes elevó su análisis filosófico y existencial de la fotografía a una interpretación perceptiva de cada imagen, logró establecer categorías perceptuales claras y evocadoras. Distinguió exitosamente Investigaciónparticipación intelectual, cultural, intelectual y social abierta, un contexto común que da forma y significado generales, Punto de vistaese pulso conmovedor de carácter insólito, agudo, único que marca los matices espontáneos y subjetivos de la respuesta emocional. Se descubre así que cada imagen mantiene una conexión oculta con el inconsciente, colocando al espectador ante los límites dispersos de su propia experiencia, buscando despertar representaciones inexpresables del instinto. Cada captura reúne presencias ausentes, activa la memoria y el deseo, y deja una sensación vibrante del paso del tiempo. Cada fragmento visual crea una sensación de placer intercalada con el momento.
Como la arquitectura está hecha de tiempo, la arquitectura también gira en torno a lo inexplicable. En su experiencia y percepción utilizamos procesos físicos, ciertamente sensoriales y externos, pero también profundos mecanismos químicos, internos y de reacción. Descubrimos fácilmente qué lo hace completo, normativo, claro, público, identificable y regulado; lo que se comparte, analiza e interpreta colectivamente, lo que expresa el orden racional general. Interpretación consciente y crítica basada en nuestra comprensión del mundo. Pero al mismo tiempo, estamos influenciados decisivamente por matices, refinamientos inesperados, sorpresas potenciales, marcas únicas, impactos emocionales específicos que escapan a la lógica, resultando en una experiencia personal única. Dejamos de involucrarnos en cualquier detalle que llame nuestra atención de una manera particular, con poca o ninguna necesidad de un análisis consciente. En ese elemento especial que inspira e inspira una respuesta emocional inmediata. Puede que sea algo aparentemente insignificante, pero siempre tiene el poder de cambiar nuestras reglas de interpretación.
Se podría suponer que no todo se puede predecir y definir. Hacer arquitectura significa trasladar y traducir lo codificado, pero también, en cierta medida, lo no codificado. Lo visible y lo invisible. Además de lo racional, analizable y universal, también debe estar involucrado lo personal, lo inconsciente y lo inconsciente. A través de estos manjares se puede satisfacer la simulación más afortunada de la realidad.
Sergio de Miguel, Ph.D. Arquitecto
Madrid, noviembre de 2025