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Este llavero para automóvil también funciona como consola de juegos retro.

¿Recuerdas la alegría pura y sin filtros de conducir un auto con control remoto por tu sala de estar cuando eras niño? ¿Esa sensación mágica de control, la anticipación de presionar un botón y ver tu pequeño auto acelerar por el piso? El diseñador Ishwari Patil también recuerda haber hecho una pregunta realmente loca: ¿Qué pasaría si pudieras sentir el mismo impacto en un auto real de tamaño completo?

Nació Playfob, un concepto que tenía como objetivo transformar uno de los objetos más pasados ​​por alto en nuestra vida diaria. Piénselo. Estamos obsesionados con las fundas de nuestros teléfonos, seleccionamos cuidadosamente nuestros accesorios y pensamos en nuestros relojes como una extensión de nuestra personalidad. ¿Pero qué pasa con los llaveros de coche? Han quedado atrapados en el purgatorio del diseño, meras manchas grises de funcionalidad que nos guardamos en los bolsillos y nos olvidamos. Patil vio esta brecha y decidió hacer algo al respecto.

Diseñador: Ishwari Patil

La genialidad de Playfob es su negativa a ir a lo seguro. Esto es más que un simple llavero con algunas características adicionales. Es una reinvención radical de este objeto cotidiano. El dispositivo se transforma en una consola de juegos compacta con una magnífica estética inspirada en Game Boy, colores brillantes y nostálgicos y una pantalla monocromática que te transporta instantáneamente a tiempos más simples. Cuando lo conectas a tu auto, se conecta a la pantalla del vehículo, convirtiendo el tiempo de espera en tiempo de juego.

Pero aquí es donde se pone realmente interesante. Playfob aprovecha lo que los diseñadores llaman la tendencia “infantil”, según la cual los adultos no sólo toleran el diseño nostálgico sino que lo buscan activamente. Queremos artículos que nos brinden consuelo y alegría y que nos recuerden una época en la que las cosas eran menos complicadas. Es por eso que vemos a adultos coleccionando juguetes, por qué los juegos retro son tan populares y por qué cualquier cosa que evoque recuerdos de la infancia nos hace echar mano de nuestras billeteras.

Por supuesto, el llavero todavía tiene que ser un llavero. Playfob no sacrifica la funcionalidad por diversión. Incluye conectividad Bluetooth, información en pantalla al bloquear o desbloquear el automóvil y asistencia de estacionamiento con GPS para cuando deambula por tres estacionamientos y no tiene idea de dónde estacionar su vehículo. Estas características llevan la humilde clave a la era moderna sin perder su propósito principal.

Hay una característica más que realmente completa la fantasía del coche con control remoto. Usando el D-pad incorporado (sí, como tu antiguo controlador de Nintendo), puedes mover tu auto de forma remota en espacios reducidos. ¿Apretado en un espacio de estacionamiento sin apenas espacio para respirar? ningún problema. Conduce tu coche desde la comodidad de la acera. Claro, es práctico, pero también es genial.

El diseño en sí es intencionalmente más grande que un llavero típico, y ese es el punto. Si bien la mayoría de los llaveros están diseñados para desaparecer, el Playfob quiere ser visto. Su agarre de goma se siente genial, su diseño intuitivo de botones no requiere instrucciones para su uso y sus colores brillantes lo hacen sentir menos como un accesorio tecnológico y más como una pieza llamativa. Puede colgarse de su bolso, iniciar una conversación y convertirse en algo que realmente le encantará llevar consigo.

Lo que hace que este concepto sea tan convincente es que desafía nuestras suposiciones sobre el diseño de automóviles. Con el paso de los años, los automóviles se han vuelto cada vez más personalizados, con interiores personalizables, iluminación ambiental y sistemas de información y entretenimiento que se sincronizan con nuestra vida digital. Sin embargo, de alguna manera lo que realmente nos proporciona todo esto sigue siendo obstinadamente utilitario. Playfob dice que cada punto de contacto importa e incluso la interacción más pequeña con un vehículo puede ser una oportunidad para disfrutar en lugar de una tarea ardua.

A Patil se le ocurrió el concepto durante una pasantía de verano en Tata Motors, lo que hace que uno se pregunte qué más es posible cuando a los jóvenes diseñadores se les da la libertad de cuestionar las convenciones. Playfob puede ser un proyecto personal, pero representa un objetivo más amplio: un cambio hacia el diseño de objetos que no sólo funcionan bien sino que también se sienten bien al usarlos, reconociendo nuestras necesidades emocionales además de nuestras necesidades prácticas.

Queda por ver si veremos a Playfob entrar en producción. Pero como declaración de diseño, ha conseguido hacernos repensar lo que significa la llave de un coche. ¿Honestamente? Hace que cada llavero negro aburrido que existe parezca un poco triste en comparación.


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