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Este concepto de auricular fue desarrollado con código, no diseñado por humanos.

El diseño generativo ha estado causando sensación en la ingeniería aeroespacial y automotriz durante años, pero en realidad no ha dejado su huella en la tecnología de consumo tanto como podría pensarse. Los ingenieros a menudo lo usan para reducir el peso de los componentes de los aviones u optimizar las estructuras del chasis, y luego alguien envuelve los resultados en un estilo tradicional para que el cliente no tenga que pensar en las matemáticas subyacentes. Estos beneficios están ocultos, envueltos en superficies lisas y formas familiares que no desafían nuestras expectativas sobre cómo debería verse un producto. El lenguaje de diseño de la electrónica de consumo en particular ha seguido siendo obstinadamente tradicional, incluso cuando las herramientas utilizadas para crearlos se han vuelto más sofisticadas.

El concepto de auriculares Grow adopta el enfoque opuesto: coloca la salida del algoritmo al frente y convierte las habituales herramientas de ingeniería de back-end en el lenguaje de diseño principal. Lo que emerge se parece menos a productos electrónicos de consumo y más a algo que apareció en una playa después de pasar años bajo el agua. Esta estructura esquelética con vacíos orgánicos y curvas fluidas proviene de hacer que el software repita miles de variaciones, probando cada una de ellas con los requisitos estructurales hasta que se llega a estas formas que se sienten antiguas y futuristas.

Diseñador: ¿Por qué diseñar?

El elemento más llamativo es, evidentemente, ese marco. En lugar de una típica diadema con refuerzos internos ocultos debajo del acolchado, Grow expone un exoesqueleto compuesto de vacíos orgánicos fluidos que se distribuyen para parecerse casi a un coral. El algoritmo determina dónde debe estar presente el material y dónde se puede eliminar para ahorrar peso en función de los requisitos de tensión, que es como se desarrolla la estructura ósea en la naturaleza. Cada parte sólida y cada vacío existe porque las matemáticas dicen que debería existir.


Más allá del marco esquelético, los auriculares Grow se sienten como algo que encontrarías en una sala de exposición de Apple. La carcasa exterior está hecha de metal y los auriculares internos están hechos de malla tejida con diamantes. Parece que a Ross Lovegrove o Zaha Hadid se les dio el poder de rediseñar los AirPods Max. El diseño parece esquelético y extraño, pero aún tiene cierto grado de originalidad.

La combinación de colores blanco y gris claro enfatiza la estética de los huesos blanqueados, aunque la representación en tonos más oscuros muestra cuán versátil es esta forma en realidad. Varíe el acabado y obtendrá algo que parece menos natural y más extraño, lo que ilustra cuánto afecta el color a nuestra percepción de las formas orgánicas frente a las sintéticas. De cualquier manera, obtendrás algo fundamentalmente diferente de otros auriculares del mercado.


La propuesta de Grow es tan radical como la nueva tendencia de transparencia en tecnología. Por supuesto, la transparencia funciona porque sólo implica cambiar el material de opaco a transparente. El diseño generativo de Grow puede requerir más materiales que las tecnologías más pequeñas que vemos a nuestro alrededor, pero con los ajustes algorítmicos adecuados, estos productos de próxima generación se pueden ajustar para que funcionen mejor, duren más o sean más cómodos. En mi opinión, esta es una tendencia de diseño que vale la pena analizar.

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