Un equipo de estudiantes construye un automóvil eléctrico modular que puedes reparar tú mismo

En la mayoría de los vehículos eléctricos modernos, el paquete de baterías está ubicado en lo profundo de una estructura sellada, visible solo para los técnicos aprobados por la marca. Un equipo de estudiantes en los Países Bajos decidió que la lógica del diseño era perjudicial para la sostenibilidad y la asequibilidad a largo plazo, por lo que construyeron ARIA, un automóvil urbano eléctrico compacto que considera el mantenimiento del propietario como una característica central en lugar de una idea de último momento. Este prototipo azul brillante con puertas que se abren hacia arriba representa el décimo vehículo de TU/ecomotive en la Universidad Tecnológica de Eindhoven y encarna una idea casi contracultural en 2025: si lo posees, deberías poder restaurarlo.
Diseñador: TU/estudiante de locomotora en la Universidad Tecnológica de Eindhoven
El nombre significa “Reparable en cualquier lugar” y el equipo se toma en serio esa promesa. Se puede acceder a seis módulos de batería individuales desde el lateral del vehículo, lo que elimina la necesidad de un ascensor. Los paneles exteriores están diseñados para quitarse y reinstalarse rápidamente utilizando sujetadores estandarizados, de modo que los daños cosméticos se puedan solucionar en casa. Una aplicación complementaria lee el estado del automóvil y guía al propietario a través de los procedimientos de mantenimiento. El equipo incluso envió una caja de herramientas incorporada con el vehículo, que mostraba exactamente cómo esperaban usar ARIA.

El proyecto destaca no sólo por su ambición. Los equipos de estudiantes ya han construido conceptos de vehículos eléctricos antes, incluido un primer prototipo TU/ecomotora que podría eliminar el dióxido de carbono del aire o utilizar plástico oceánico reciclado. ARIA se diferencia en que resuelve un problema que en realidad mantiene despiertos a los propietarios de vehículos eléctricos por la noche: cuando algo sale mal, el costo de las reparaciones puede exceder el valor del vehículo.
Por qué la modularidad cambia la ecuación de reparación
Los paquetes de baterías de vehículos eléctricos tradicionales son unidades monolíticas, voluminosas y potentes, pero diseñadas como un único componente reemplazable. Cuando una batería se degrada o falla, generalmente es necesario reemplazar toda la batería. Las reparaciones se retrasaron durante semanas porque había muy pocos mecánicos capacitados en transmisiones eléctricas y los talleres independientes estaban bloqueados por sistemas de diagnóstico patentados. El costo ascendió a miles de dólares. Algunos propietarios simplemente desechan vehículos completamente funcionales porque cuesta más repararlos que reemplazarlos.
La arquitectura de ARIA invierte completamente esta lógica. La capacidad de la batería de 12,96 kWh se distribuye en seis módulos separados, cada uno de los cuales pesa sólo 12 kilogramos. Cada uno de los seis módulos de batería es lo suficientemente liviano como para ser operado manualmente, por lo que los propietarios pueden quitar una unidad defectuosa e insertar una unidad de reemplazo en lugar de reemplazar todo el paquete de batería. La aplicación puede identificar qué módulo tiene un rendimiento deficiente y el diseño de acceso lateral significa que no es necesario arrastrarse debajo del automóvil ni pasar tiempo en la librería para llegar a él.

El sistema de paneles de la carrocería sigue la misma filosofía. Uno de los estudiantes de Summa diseñó específicamente un enfoque exterior modular que prioriza la velocidad de reparación sobre la construcción de vehículos tradicionales. Si un guardabarros se raya en un estacionamiento, la idea es arreglarlo en el camino de entrada en lugar de en un centro de servicio: afloje los pernos de la pieza dañada, solicite un reemplazo e instálelo usted mismo. Según el equipo, todo el proceso transcurre lo suficientemente rápido como para que no sea necesaria una cita en un taller de carrocería.
Este enfoque refinado de la arquitectura del vehículo va más allá de la comodidad y entra en el ámbito de la verdadera sostenibilidad. Extender la vida útil de los vehículos facilitando las reparaciones puede mantener los automóviles en funcionamiento fuera del flujo de reciclaje por más tiempo. El cálculo medioambiental de los vehículos eléctricos depende en gran medida de cuánto tiempo esté el vehículo en la carretera, ya que las emisiones de fabricación sólo se amortizan después de años de uso. Es más probable que un automóvil que pueda mantener usted mismo dé sus frutos.
Los números detrás del concepto
ARIA tiene una velocidad máxima de 56 mph y un alcance de aproximadamente 137 millas con una carga completa. Esos números lo posicionan como un vehículo que viaja diariamente al trabajo en la ciudad y no como un vehículo que viaja por carretera. Estas especificaciones tienen sentido para tareas centradas en el mantenimiento: los sistemas más simples significan menos componentes que pueden fallar y son más fáciles de mantener cuando lo hacen.

No se requiere equipo especial para operar el módulo de batería. Marc Hoevenaars, miembro del equipo y estudiante de informática en la TU/e, destaca que el traslado de componentes no requiere herramientas ni experiencia previa. La aplicación de diagnóstico lee el estado del vehículo y proporciona instrucciones de mantenimiento, actuando esencialmente como un manual de reparación digital adaptado a un automóvil específico.
ARIA, cuya construcción tardó aproximadamente un año por parte de estudiantes de TU Eindhoven, Fontys y Summa, es representativo de lo que los equipos pequeños pueden lograr cuando no están limitados por los procesos de fabricación tradicionales. Un exterior azul brillante y espectaculares puertas que se abren hacia arriba añaden estilo visual, pero la verdadera declaración de ingeniería reside en la arquitectura subyacente.
El lugar de ARIA en un espacio conceptual lleno de gente
Los conceptos de vehículos modulares han existido antes, con resultados mixtos. La startup alemana ElectricBrands ha desarrollado XBUS, que prevé un cambio de carrocería similar a Lego que permitiría a los propietarios convertir su caravana en una camioneta. La escasez de financiación paralizó el proyecto. El PV5 de Kia utiliza la tecnología electromagnética “Easy Swap” para reconfigurar flotas comerciales entre los modos taxi y furgoneta, pero se dirige a empresas con infraestructura dedicada en lugar de propietarios individuales.

ARIA persigue un objetivo diferente: permitir a los propietarios de automóviles mantener sus vehículos en lugar de modificarlos para darles otras configuraciones. El equipo señala las normas emergentes sobre el derecho a reparar en Europa, que actualmente se centran en los electrodomésticos y la electrónica, como contexto político para su trabajo. Su argumento es que los vehículos eléctricos de pasajeros deberían estar sujetos a los mismos estándares de apertura y longevidad, y ARIA es un ejemplo de su trabajo en la práctica. El director del equipo, Taco Olmer, ve a ARIA como una demostración del derecho a reparar, argumentando que los propietarios de vehículos eléctricos deberían tener un control real sobre sus vehículos en lugar de estar encerrados en una red de servicio exclusiva de concesionarios.
Verificación de la realidad: qué es y qué no es ARIA
El equipo no tiene planes de comercializar ARIA, lo que significa que la durabilidad a largo plazo del prototipo en condiciones de conducción reales aún no se ha probado. Después de cientos de horas de viaje, sigue siendo una pregunta abierta si el diseño modular es tan fácil de reparar como se afirma. Separar el vehículo en módulos independientes más pequeños puede crear desafíos de mantenimiento que se evitan con los diseños integrados tradicionales, particularmente en términos de sellado contra la intemperie y confiabilidad de la conexión a lo largo del tiempo.

Estas especificaciones también limitan las aplicaciones prácticas. La autonomía de 137 millas y la velocidad máxima de 56 mph son ideales para los desplazamientos urbanos en los Países Bajos, donde las distancias son más cortas y los límites de velocidad moderados. No importa qué tan fácil sea arreglar un ARIA, los conductores con viajes largos o demandas en carretera encontrarán que el ARIA no es suficiente.
No obstante, el proyecto tuvo éxito como prueba de concepto y declaración de política. Si un equipo de estudiantes puede construir un automóvil eléctrico que el propietario pueda reparar en aproximadamente un año, los principales fabricantes que optan por diseños sellados y dependientes del concesionario están tomando decisiones comerciales en lugar de seguir imperativos de ingeniería. Queda por ver si este mensaje llegará a la industria automotriz, pero ARIA es al menos una prueba de que existen alternativas.