Raibar – Casa con dosel
Canopy House es una casa minimalista ubicada en Kanegem, Bélgica, diseñada por Glenn Baidart. El restaurante y la casa de huéspedes están conectados a la estructura existente y al invernadero adyacente, y su entorno único presenta un jardín central hundido, que jugó un papel importante en el diseño y la realización. El concepto arquitectónico comienza con la alineación y conexión de estos elementos clave, dando como resultado un volumen alargado en armonía con su contexto, orientación y panorama.
El uso de una marquesina de acero refinado proporciona la sombra necesaria y al mismo tiempo establece un diálogo material con el invernadero de acero existente. Volúmenes geométricos limpios se despliegan entre la vegetación, revelándose u ocultándose según la estación, lo que demuestra cómo las intervenciones arquitectónicas pueden interactuar temporalmente con el paisaje, donde la vegetación de hoja caduca crea cambios estacionales en la visibilidad arquitectónica y el carácter espacial, estableciendo una relación dinámica entre la arquitectura y los ciclos anuales de la naturaleza.
En contraste con el exterior lineal, el interior se concibe como “fluido”, con espacios que pasan sin problemas a través de elementos de pared corredizos sin una alineación estricta. Una circulación natural recorre la casa, y cada habitación revela parte del jardín y el paisaje circundante más amplio, lo que demuestra una estrategia de planificación del espacio que prioriza secuencias de experiencias y encuadres de vistas sobre las divisiones de habitaciones tradicionales, creando una calidad de flujo apropiada para un proyecto de casa de huéspedes que requiere diferentes experiencias espaciales dentro de un espacio modesto.
Externamente, sólo se utilizaron tres materiales: marquesinas de acero como alineación horizontal, estuco de cal texturizado como una conexión aparentemente suave con el entorno natural y madera carbonizada vertical que marca los puntos finales y la transición hacia la parte áspera y boscosa del jardín. Esta paleta de materiales restringida demuestra un enfoque de diseño riguroso, donde un vocabulario de materiales limitado crea claridad arquitectónica y evita la fragmentación visual que puede ocurrir cuando numerosos tratamientos de superficie compiten por la atención.
El diseño interior sigue los mismos principios rectores. Dado que el arte juega un papel importante en la vida del cliente, era necesario dejar que el interior hablara por sí mismo mediante un uso limitado pero intencionado de algunos materiales atípicos utilizados sólo en lugares cuidadosamente considerados. La simplicidad y un cierto sentido de “chic” debían combinarse en un todo armonioso, demostrando cómo el diseño de la casa de un coleccionista de arte requiere un fondo neutro, permitiendo que la obra de arte domine la experiencia visual, mientras que los acabados arquitectónicos brindan un lujo sutil a través de la calidad del material en lugar de la sofisticación decorativa.