Casa el Aromo / Duarte Fournies Arquitectos


Descripción de la presentación del equipo del proyecto. El proyecto considera la remodelación de una casa unifamiliar construida en 1970, ubicada en la comuna de Vitacura. san diego De Chile, con una superficie de 392 metros cuadrados. El terreno tiene 14 m de ancho y 28 m de fondo e incluye un edificio en el centro del sitio, formando un patio que da a la calle y otro que da a la parte trasera del sitio.

La casa original se organizó en planta dual, con el área pública orientada al frente integrando sala, comedor, cocina y área de servicio, mientras que el área privada se ubica al fondo del terreno y consta de tres recámaras y dos baños. Este encargo presentó la necesidad de ampliar el proyecto, incorporando un salón y un dormitorio más grandes sin reducir la superficie de terraza existente.

La estrategia de intervención mantiene la lógica de la central nuclear dual como estructura organizativa del proyecto. El acceso se sitúa en el centro del terreno, rodeando una luminosa terraza que proporciona una clara separación entre las zonas públicas y privadas, aportando luz y ventilación natural al interior de la vivienda.

La zona pública se propone como un único espacio diáfano aprovechando la altura disponible de la estructura de la cubierta. De esta forma, sin aumentar la superficie, salón, comedor y cocina se integran en un ambiente continuo, y a pesar de su limitada superficie, se amplía su espacio añadiendo metros cúbicos, dando como resultado una sensación de amplitud y luminosidad.


Para la terraza dura en la parte delantera del terreno propuesto, se utilizó un sistema de ventanas corredizas apilables con el objetivo de maximizar la integración entre los espacios internos y externos.

El área privada se desarrolla hacia la parte trasera del terreno y conecta directamente con el patio trasero, consolidando un área de mayor protección y tranquilidad. La intervención propone adosar el edificio al límite transversal, optimizando el aprovechamiento del ancho del terreno para ampliar el espacio y mejorar sus condiciones de vida sin reducir la superficie del patio posterior.

El salón se plantea como un espacio multifuncional que conecta el acceso desde las zonas públicas a la terraza trasera y organiza las zonas privadas, dividiendo la planta en dos partes: una para el dormitorio principal y otra para combinar el baño y el segundo dormitorio. Este espacio interno aporta amplitud y continuidad visual al proyecto, permitiendo reconocer toda la profundidad de la parcela.


La relación entre interior y exterior se refuerza mediante sistemas de ventanas correderas y elementos de control solar que regulan las aperturas hacia las terrazas y definen la transición entre espacios privados y jardines.


Como estrategia transversal del proyecto se optó por una paleta de colores unificada basada en el uso predominante del blanco en paredes, techos, carpinterías y elementos estructurales. Esta decisión tenía como objetivo diluir la distinción entre los elementos originales de la casa original y las ampliaciones, proporcionando continuidad visual al complejo y mejorando la interpretación de la casa como una unidad coherente.
