¿Dónde está Joseph Beuys? |Michael Lacasta

Sin duda, la imagen más destacada del chamanismo en la segunda mitad del siglo XX está plasmada en joseph beuys. Su importancia es incluso mayor que su obra, lo que le convierte en definitiva en un auténtico guía del arte conceptual tanto a nivel formal como moral. En palabras de Fietta Jarque, cómo piensan los artistas,1
Hay indicios de la influencia de Beuys en artistas más jóvenes como Vito Acconci y Santiago Serra o Martin Creed..
En cualquier caso, en lo que al mundo del arte se refiere, existe consenso en que Beuys es la base para entender el arte desde los años 60 hasta la actualidad.
Beuys creó una narrativa completa a través de sus imágenes y actividades artísticas. Su fuerza lo convirtió en un artista visionario, aunque, como expresó en múltiples ocasiones, renunció a su condición de artista y trató de valorar el lado artístico que todos llevamos dentro.
No me siento un artista. Me niego incluso a ser considerado un artista en el antiguo sentido. Si está claro que todo comienza con la libertad creativa y puede desarrollarla independientemente de la influencia del Estado,
Aquí me atrevo a incluir el impacto del capitalismo neoliberal,2 entonces, Seguir a BeuysMe volvería a sentir artista.
Beuys te atrapa con sus palabras, te atraviesa con su mirada, como si quisiera verte desde atrás, como recuerda Halke,
Cuando hablaba –con empuje, convicción y un fluir a veces difícil de seguir– no miraba a su interlocutor, lo trascendía; Parecía hacerlo por sí mismo o por algo más allá de su vista.
Fue sin duda un revolucionario, trabajador y evangelista de las artes, declarando en la misma entrevista:
Lo que intento desarrollar es una comprensión antropológica, un desarrollo psicológico del arte en relación con la historia, que realmente conduzca a un estado en el que se pueda hablar de arte moderno… Por eso creo que es necesario encontrar una nueva comprensión del arte en relación con la creatividad de todos, Lo que hoy llamamos sabiduría colectiva, Lograr verdaderamente otra comprensión de la sociedad capitalista. El dinero ya no es el valor de cambio de las personas, sino el espíritu de trabajo de las personas, es decir, la creatividad del trabajo, que es capital humano. El dinero es sólo un regulador de la creatividad.
Beuys se definió a sí mismo como un escultor social que también introdujo en su arte la reflexión medioambiental. Fundó la Asociación para la Democracia Directa en 1967 y la Universidad Libre Internacional en 1971 y fue cofundador del Partido Verde Alemán en la antigua República Federal de Alemania. Boyce incluso se presentó como candidato del Partido Verde en las elecciones parlamentarias de 1980.
La filosofía ecológica de Beuys puede estar demasiado generalizada: creía que todo el mundo es un artista y que todos los seres vivos e inanimados forman parte del mismo ecosistema. El arte ecológico de Beuys no se creó en paisajes naturales sino en otros espacios donde vinculó los sistemas naturales y políticos. Para Beuys, el arte ayudó a crear conciencia sobre cuestiones políticas o sociales y estuvo conceptualmente vinculado a las intervenciones de Robert Smithson, aunque resistió las limitaciones del espacio de la galería y llevó su trabajo a espacios remotos. Smithson cuestionó la división entre natural y artificial. Se trata por tanto de proponer una pieza ecológica que intenta proteger el medio ambiente y dirigir la mirada del espectador hacia otros espacios. Beuys, sin embargo, incorporó su interpretación ambiental del mundo a expresiones comunes en el arte.
Como escultor social, la obra de Beuys merece ser destacada 7000 robos (1982), un proyecto de reforestación en una zona devastada por la Segunda Guerra Mundial, en el que plantó árboles por toda la ciudad de Kassel. La 12ª Documenta de Kasselcada uno con una piedra adherida.
En todas estas actitudes y afirmaciones podemos leer innumerables afirmaciones y consecuencias que encierra hoy la arquitectura contemporánea. La participación cívica será una de estas influencias, porque a través de ella aspiramos a descubrir la parte del arquitecto que todo ciudadano posee y de la que también puede participar como creador de la ciudad. Si seguimos a Beuys, todos somos arquitectos. Es muy interesante leer el importante posicionamiento de Joseph Beuys, porque nos permite ver la transformación necesaria y las posibles alternativas que se abren en el mundo arquitectónico actual para sustituir el eje del mercado neoliberal desde el centro del proceso urbanístico y de desarrollo arquitectónico, con su estructura financiera/productiva hasta un instrumento cooperativo, paritario o de equilibrio público-privado, en el que el sector estrictamente privado se pone al servicio del sector público para satisfacer las grandes necesidades estratégicas del bien común.
Quizás lo más sorprendente de Beuys, lejos de dar conferencias desde un sillón de arte, es que tomó riesgos y se involucró en una acción política que se suponía inherentemente practicada por profesionales de la arquitectura pero que claramente estaba muy alejada de sus intereses. En este ámbito, el conflicto ambiental se convirtió en el eje de la acción política. Hoy en día, el conflicto medioambiental, junto con la guerra social dominada por el capital financiero, se han convertido en los dos pilares sobre los que se construye la política. Casi diría que el único pilar.
Por eso noté una falta de magos de la arquitectura que pudieran proponer nuevas hipótesis generales, esbozar nuevos estados de cosas de la arquitectura y el urbanismo, una falta de arquitectos que pudieran catalizar los cambios profundos que están teniendo lugar en el mundo entero hoy.
Máxime si tenemos en cuenta el ritmo de cambio a nivel social y medioambiental en el que estamos inmersos, que a mi entender no parece ser de mucho interés para algunas disciplinas.
por eso pienso Lo que necesitamos ahora no son genios,3 Es chamánico.
notas:
1 Halke, Fieta, Cómo piensa un artista. entrevista, Editorial Fundación Económica y Cultural, Ciudad de México, 2015
2 Hay que tener en cuenta que esta entrevista, que aparece en el libro reseñado anteriormente por Jacques, fue realizada en octubre de 1985, tres meses antes de su muerte.
3 Parafraseando el famoso dicho de Coderch.