Sede de Kiss/Detalles | ArchDaily Español


Descripción de la presentación del equipo del proyecto. La nueva sede de tini nace de un doble reto: conocer una empresa joven (edad media 27 años) comprometida con la arquitectura industrial y plasmar sus características únicas en un espacio físico. Es un lugar elegante pero subversivo, serio pero juvenil y, sobre todo, un lugar que invita a la creatividad.


La intervención se basa en la fusión de dos oficinas previamente divididas. Las operaciones clave fueron liberar espacio y mejorar la luz natural, creando una planta abierta, flexible y luminosa. Una estantería continua y quebrada organiza el proyecto de forma fluida: genera ambientes diferentes pero interconectados donde se desarrollan conversaciones espontáneas.

El espacio existente está dominado por dos largos ventanales que ofrecen distintas vistas. Por un lado, la fachada este que da a la plaza interior del edificio: una vista dura, sin vegetación y sin ningún interés. La fachada oeste, por otro lado, ofrece vistas despejadas del dosel urbanizado de sicomoros, pinos y cedros de Florida, así como un panorama elevado que cambia con las estaciones. Ésta es enteramente una condición de intervención.



Las salas de reuniones se distribuyen a lo largo de la hostil fachada, cerradas al espacio central mediante tabiques hechos de nervaduras de madera y policarbonato translúcido retroiluminado, rematados con lamas de bambú. Esto difumina la vista sin renunciar al brillo. En cambio, todo el espacio central está completamente abierto al paisaje botánico, e incluso los espejos estratégicamente colocados permiten que cada estación de trabajo, independientemente de su ubicación, disfrute de la vista.


La materialidad responde a la filosofía de tini: sinceridad constructiva, calidez y un lenguaje industrial sin pretensiones. El primer paso fue retirar la moqueta existente, dejando el suelo técnico de acero galvanizado totalmente expuesto, convirtiéndolo en una superficie vibrante y honesta. Este carácter industrial se equilibra con la madera en mamparas, puertas, muebles y detalles, aportando un contraste cálido y amigable.


Los paneles de color naranja y los revestimientos acústicos de PET reciclado, en sutiles variaciones de Tiny Orange, crean una línea de color coherente con la marca de la empresa. El toque final lo pone una vegetación frondosa, como la alocasia, que crea atmósfera y frescura visual.


El resultado es un ambiente de trabajo cálido, luminoso y acogedor. El espacio no pretendía replicar el proyecto Tiny, sino más bien evocar el mismo sentimiento que buscaban en la arquitectura.
