Catherine LeRoy: el viaje de un fotógrafo de combate
Catherine Leroy fue una influyente fotoperiodista del siglo XX, cuyo trabajo ayudó fundamentalmente a dar forma a la comprensión visual de la guerra de Vietnam. Durante la guerra, los acontecimientos fueron informados y vistos como estratégicos o abstractos; sin embargo, su trabajo presenta la guerra como una experiencia humana directa caracterizada por la fragilidad, el agotamiento y las complejidades morales conflictivas del sujeto.
Leroy nació en París, Francia, el 27 de agosto de 1944 y desarrolló un interés por el periodismo y los viajes. Practicó la fotografía de forma independiente, sin formación formal. Su trabajo en Vietnam ha sido publicado en importantes revistas internacionales como Life, Look y Paris Match. Después de la guerra de Vietnam, continuó documentando conflictos armados en el Líbano, Irlanda del Norte y partes de África.
En 1966, Leroy, de 21 años, llegó a Saigón con recursos económicos limitados, su cámara Leica y sin ningún encargo formal. Aunque fue en gran medida autodidacta, se integró al Cuerpo de Marines de los EE. UU. y luchó en zonas de guerra activas, exponiéndose a menudo a peligros extremos. En particular, se convirtió en una de las primeras mujeres en participar en saltos en paracaídas de combate, mientras servía en la 173.a Brigada Aerotransportada. acción de la ciudad central.
Una característica definitoria de la fotografía de Leroy es su intimidad física y emocional con sus sujetos. Los soldados que representa no son figuras simbólicas sino individuos que experimentan el intenso estrés físico y psicológico de la guerra. Por lo general, su trabajo comienza inmediatamente después de las evacuaciones médicas en combate y en el campo de batalla. Sus fotografías más conocidas fueron tomadas en 1967 Batalla de las Tierras Altas 881muestra a un médico de la Armada que intenta salvar a un infante de marina gravemente herido. La foto le valió a LeRoy la Medalla de Oro Robert Capa, convirtiéndola en la primera mujer en ganar el premio.
En 1968, LeRoy fue capturado por tropas norvietnamitas mientras filmaba detrás de las líneas enemigas. Después de un breve cautiverio, fue liberada y trajo algo único: un raro registro fotográfico de soldados norvietnamitas. En ese momento, estas imágenes representaban una perspectiva poco común y casi invisible de quienes interactuaban con el ejército estadounidense. Este trabajo refleja aún más su compromiso de representar las múltiples dimensiones y complejidades del conflicto armado.
El legado de LeRoy se extiende más allá de la valentía y abarca un enfoque operativo y ético único del fotoperiodismo. Rechaza la observación de la distancia en favor del encuentro cercano, enfatizando la empatía y la presencia humana. En una profesión históricamente dominada por los hombres, su carrera demuestra que la confianza y el compromiso, así como la conciencia emocional, pueden ser herramientas clave en los métodos periodísticos. Sus fotografías siguen estando entre los registros visuales más íntimos de la guerra moderna, rechazando la romantización y el desapego.
Para los fotógrafos contemporáneos, el trabajo de Catherine LeRoy sigue siendo un punto de referencia importante para los debates sobre la ética, la representación y el papel de la fotografía en la documentación de conflictos en casa y en todo el mundo. En el vídeo de arriba, Zach Dobson Explore la carrera de LeRoy mientras muestra su trabajo.