Descripción de la presentación del equipo del proyecto. La naturaleza ocupa un lugar central y la arquitectura la sigue de cerca en armonía. Un diálogo entre luz y material: una estructura atemporal diseñada para convivir con la tierra para las generaciones futuras.
El edificio carece de decoración excesiva. La intención común del arquitecto y el carpintero era simple: resaltar la belleza inherente del propio material. La luz y el viento fluyen libremente a través de grandes ventanales que se abren en todas direcciones, proyectando suaves sombras sobre el suelo de tatami. El sol de la primavera, el verdor del verano, la brisa del otoño y el silencio del invierno: cada estación se convierte en parte de la arquitectura misma.
Aquí, la naturaleza domina, mientras que la arquitectura se encuentra tranquilamente en el fondo. Este es un lugar donde el tiempo se superpone con la calidez de la madera, un hogar que respeta la armonía con la naturaleza. Esta obra arquitectónica seguirá respirando con la tierra durante otros cien años: un espacio tranquilo de reverencia.
