Descripción textual proporcionada por el arquitecto. Ennea es un proyecto marcado por las condiciones físicas y climáticas de su emplazamiento. A sólo dos cuadras de la famosa playa Punta Zicatela de Oaxaca, este hotel de nueve habitaciones está ubicado muy por encima del mar y junto a una reserva natural. Estas dos condiciones junto con el programa arquitectónico crean una atmósfera de escape de la vida cotidiana, ofreciendo tranquilidad y relajación, ya sea rodeado de vegetación típica de la zona o admirando las vastas vistas del Océano Pacífico.
La propuesta arquitectónica consta de tres volúmenes principales ubicados en el borde del hotel frente a la ciudad para generar un microclima dentro del hotel frente al paisaje de la reserva natural. El primer volumen es donde se recibe a los invitados. Con puentes y escaleras, este espacio de doble altura se concibe como un pequeño recibidor acogedor. El objetivo era crear una transición gradual de la calle al jardín, al restaurante y a las habitaciones del hotel.
El segundo volumen es la gran palapa, ubicada en el segundo nivel paralela a la playa de Punta Zicatela. La palapa está sostenida por columnas de concreto expuesto, lo que permite ventilación cruzada y vistas al jardín central, la piscina, la reserva y el mar. Las áreas de servicios y administrativas del hotel están ubicadas estratégicamente debajo del restaurante.
El tercer volumen es un prisma rectangular con planta baja social abierta y dos ambientes superiores, todos conectados por una gran escalera de caracol realizada en hormigón armado. El primer piso es una extensión sombreada del jardín y el área de la piscina, lo que permite a los huéspedes escapar del calor del mediodía sin necesidad de aire acondicionado. El volumen es paralelo a la reserva y perpendicular a la costa, diseñado para no bloquear la vista de la bahía y permitir vistas de la reserva y el mar desde todas las habitaciones.
Todos los edificios del hotel dan a un gran jardín, que alberga dos habitaciones estilo «casa del árbol», una zona de bar, una sala de masajes y la piscina principal. La paleta de materiales intenta imitar las texturas, colores y materiales de la zona a través de acabados expuestos, madera, piedra y tejidos locales.
En cierto modo, Ennea se considera un oasis dentro de la creciente ciudad costera de Puerto Escondido.
