Inxect Island transforma una plataforma petrolera en un ecosistema de filtración de plástico impulsado por gusanos de la harina
Pavels Hedström imagina un ecosistema oceánico limpio
Inxect Island (IXI) visualiza un futuro en el que la infraestructura de combustibles fósiles se reinventa para convertirla en viviendas autónomas y resilientes frente a la escalada de la crisis climática. El concepto de Pavels Hedström aborda el creciente problema de los residuos plásticos marinos transformando una antigua plataforma petrolera en un ecosistema de filtrado de plástico. En estas plataformas prosperan pueblos autosostenibles, jardines verticales y parques fotosintéticos, todos diseñados por gusanos de la harina Los fertilizantes descomponen los plásticos tóxicos en proteínas, creando soluciones con baja huella de carbono para una variedad de desafíos globales.

Todas las imágenes cortesía de Pavels Hedström.
La isla Inxect abarca seis aldeas autosostenibles
La pieza central del complejo industrial de Inxect Island es un gran sistema de filtración de plástico rodeado por una colonia de gusanos de la harina. Aquí, los insectos consumen plástico procesado y lo convierten en biomasa rica en proteínas mediante un sistema robótico integrado verticalmente que automatiza la reproducción, la alimentación, la limpieza y la recolección. La biodegradación del plástico por los gusanos de la harina produce quitosano, que se utiliza en plásticos biodegradables y fertilizantes orgánicos. Los fertilizantes proporcionan energía para diversas operaciones de permacultura dentro del complejo, incluidos parques de fotosíntesis, sistemas hidropónicos y plantaciones de bambú, creando un ecosistema autosostenible.
Pavels Hedström divide la isla en 6 pueblos, cada uno con entre 60 y 100 habitantes. Cada proyecto consta de unidades de vivienda diversas y compactas conectadas por avenidas verdes centrales y exuberantes bosques de bambú, mejorando la calidad biofílica del medio ambiente y promoviendo conexiones con la naturaleza en tierra, incluso en el mar. Las aldeas son autosuficientes en producción de alimentos y materiales de construcción, gracias a una tecnología de vidriado regulada que previene la radiación y optimiza las condiciones de crecimiento de las plantas. Las unidades de vivienda construidas con bambú vienen en una variedad de tamaños y planos de planta flexibles, y ofrecen vistas despejadas de la vegetación interna y del lejano horizonte del océano.

IXI Uso de excrementos de gusanos de la harina como fertilizante para promover el crecimiento del bambú
Abordar el problema global del cambio climático
Para 2050, se espera que la cantidad de plástico en el océano supere la de peces, lo que representa una grave amenaza para la vida y los ecosistemas marinos. Esta contaminación se extiende desde las zonas costeras a lo largo de las cuencas oceánicas, afectando incluso a ecosistemas marinos remotos. Además, a medida que la demanda mundial de energía se desplaza hacia las energías renovables, hay más de 12.000 plataformas petrolíferas en todo el mundo, muchas de las cuales serán desmanteladas.
Inxect Island propone convertirlos de extractores de petróleo en sistemas de filtración de plástico oceánico. Su estabilidad y movilidad se utilizan para recolectar y procesar eficientemente el plástico, convirtiéndolo en proteína a través de los gusanos de la harina (larvas de escarabajos oscuros). Debido a que consumen y digieren plástico tóxico de manera inofensiva, pueden convertirlo en energía para el crecimiento con bajas emisiones de carbono y la expansión de colonias.

Pavels Hedström imagina convertir una antigua plataforma petrolera en un ecosistema de filtración de plástico

El corazón del complejo industrial de Inxect Island es un gran sistema de filtración de plástico
