Edificio Quinta Avenida / Mário Alves Arquitectos


Descripción textual proporcionada por el arquitecto. El proyecto está ubicado en una de las calles más antiguas de la zona. Aveiro La riqueza arquitectónica de las fachadas antiguas es un símbolo de esta ciudad. El proyecto se basa en el derribo de un edificio en ruinas y la construcción de un edificio multifamiliar residencial y comercial. Por lo tanto, teniendo en cuenta el contexto del sitio, uno de los requisitos previos del proyecto es mantener y restaurar la fachada del edificio existente, recalificándolo y preservando así su valor histórico y arquitectónico dentro del trazado de la Avenida Dr. Lourenso Pecinho.

Esta zona es rectangular y tiene una forma destacada, con un desnivel de unos 2,50 m de norte a sur. El terreno del otro lado tiene una sucesión de edificaciones con un orden muy claro.


Considerando el sitio a desarrollar, un análisis del contexto circundante es esencial para una buena relación entre lo nuevo y lo existente. Volumenmente, el entorno es inestable, con diferentes alturas de edificios y un diseño caótico. Para garantizar una fachada armoniosa a la calle, se propuso utilizar un volumen separado que se retranquea frente a la fachada existente y, por lo tanto, no domina la misma fachada. El volumen propuesto asume una altura de 4 plantas, asegurando que los edificios cercanos del futuro dibujen un horizonte unificado. Por lo tanto, un lenguaje de transición suave de alturas asegura salvar las diferencias volumétricas presentes en este frente de calle.

En esta zona, el diseño del tejado es distintivo y llamativo. Para ello, el volumen propuesto tiene un diseño a dos aguas, cuyo punto más bajo es la fachada de la Avenida Dr. Lorenzo Pexinho, minimizando el impacto del volumen.

En la fachada trasera, se supone que el volumen tiene 5 pisos de altura. El diseño del tejado continúa en ambas fachadas.

Ubicado en el nivel 0 de la Avenida Dr. Lourenço Peixinho, proporciona un acceso peatonal al edificio por su carácter comercial y peatonal. Calle Comando. El Rocha e Wedge, por su carácter más automovilístico, presenta un carácter de fachada secundaria, en aquel momento en la calle, el diseño del paso de coches.


La composición de la fachada principal fue discreta para no interferir en la restauración de la fachada existente, y la materialidad de la intervención es homogénea, como si de una sola entidad se tratase. Para ello, la nueva fachada aparece retranqueada y los nuevos huecos mantienen la misma alineación característica que la fachada existente. Fachada trasera, orientada a la calle Ayuntamiento. Rocha e Cunha, en la composición de la fachada, hay pequeños salientes que intentan crear un ritmo único dando la posibilidad de que el interior pueda ser el exterior.
