Diseño Paisajístico Torre Mata Atlántica/Benedito Abbud Arquitetura Paisagística


Descripción textual proporcionada por el arquitecto. Torre Mata Atlântica forma parte del complejo Cidade Matarazzo, un desarrollo de uso mixto en la ciudad de São Paulo que incluye viviendas, oficinas, hoteles, tiendas, restaurantes, un centro cultural y una iglesia.

Ubicado en una gran extensión de terreno anteriormente conocido como el histórico Hospital Matarazzo, el edificio es también un edificio de uso mixto que alberga suites de hotel y apartamentos residenciales, ambos administrados por la cadena hotelera Rosewood, con espacio comercial en sus cimientos. Se trata de un edificio nuevo con el concepto arquitectónico de Ateliers Jean Nouvel, con una superficie aproximada de 30.000 m².



La arquitectura paisajística del conjunto de Ciudad Matarazzo tenía una premisa importante: debía desempeñar un papel tan dominante como los edificios. Como tal, su función es equilibrar el paisaje caótico del sitio, que se compone de varios tipos de edificios, algunos de principios del siglo XX y otros nuevos. La vegetación impregna todo el conjunto, ocupando espacios vacíos en la compleja relación entre volúmenes. En este contexto nació el concepto de Torre Mata Atlântica, con sus grandes terrazas cubiertas de árboles, que recuerdan a las verdes laderas de la Serra do Mar.


El jardín delantero es un denso bosque que protege la privacidad de los ocupantes y enmascara el enorme volumen del edificio de la vista de los transeúntes en la calle. Hay enormes jardineras elevadas en los pisos 10, 16 y 21 del edificio, donde se encuentran las terrazas más grandes. En el último piso (piso 27), toda el área es un jardín. Además, la vegetación se extiende por todo el complejo volumen del edificio, con macetas de tamaño mediano y grandes jarrones en los balcones de los apartamentos, creando un edificio cambiante con una personalidad impredecible.




Plantar árboles en rascacielos ha sido una tendencia explorada por la comunidad arquitectónica durante la última década, ya sea por su atractivo estético o por su simbolismo ambiental. Sin embargo, esta situación siempre conlleva un mayor conjunto de riesgos relacionados con el control de raíces, ramas caídas o el propio árbol. Además, estos riesgos son aún mayores para torres de más de 100 metros de altura y con árboles maduros. Entonces, para poder implementar el proyecto con un nivel aceptable de seguridad, es necesario realizar estudios de riesgo en profundidad y desarrollar soluciones para minimizar los riesgos.

Como condición básica, la selección de los árboles se basa en su capacidad para resistir el viento. Para ello se crearon modelos computacionales de varias especies nativas. Las simulaciones en condiciones de viento extremas tienen en cuenta la resistencia de la madera, la disposición típica de las ramas, la forma típica de la copa y las hojas. Después de la evaluación y aprobación, estas especies se colocan en el edificio en función de sus características.

También se han desarrollado soluciones para anclar y sujetar físicamente los árboles, tanto la parte enterrada (cepellón) como la parte aérea (tronco y ramas). Garantiza una capa adicional de seguridad incluso en los peores escenarios.
