Robocerámica: ¿Humanos contra máquinas o Humanos contra máquinas?
relación entre hombre y maquina ha sido durante mucho tiempo un tema complejo y delicado, especialmente para los artesanos modernos. a pesar de máquina A menudo vistos como herramientas que pueden aumentar la productividad, las comparaciones entre Eficiencia humana y de maquinaria Puede ser engañoso. máquinaCon su capacidad para realizar tareas con precisión y sin fatiga, puede contradecir las cualidades únicas que definen la artesanía humana.
A diferencia de las máquinas, los humanos son inherentemente imperfectos y es esta imperfección la que promueve la creatividad y la autoexpresión. Cuando una persona repite una tarea a mano, lo hace rítmicamente, guiada por la conciencia y la comprensión, más allá de la mera repetición mecánica. Este ritmo no es sólo un patrón físico sino también un reflejo. La unidad de corazón, manos y ojos.——Conexiones que la máquina no puede copiar. El acto de hacer, con todas sus sutiles variaciones e imperfecciones, confiere significado y valor al trabajo humano.
Roboceramic es un proyecto de investigación y revisión que explora el uso de máquinas en el sector de la construcción. Este proyecto se realiza con estudiantes del curso de Aplicaciones Digitales Avanzadas. Universidad La Salle Ciudad de Méxicoy cooperación Cerámica Novaes una empresa local con más de 30 años de experiencia en productos cerámicos estructurales para la edificación. En este proyecto, el equipo de diseño utilizó ladrillos modelo King que medían 24,45 x 6,03 x 6,67 cm para construir una columna. La mitad de la columna se construyó a mano, destacando los desafíos de la construcción manual, mientras que la otra mitad se construyó robóticamente para explorar y comprender las posibilidades de los métodos basados en máquinas.
Este ejercicio académico mide el tiempo de producción para comparar los beneficios frecuentemente citados de aumentar las capacidades humanas y optimizar la fuerza laboral a través de la tecnología, con un enfoque en pruebas prácticas del mundo real. La primera mitad se hizo completamente a mano, y los estudiantes tardaron 24 minutos y 34 segundos en construir, siendo el aspecto más desafiante la precisión requerida para colocar cada ladrillo correctamente en cada fila. En comparación, la segunda mitad, completada por un robot, duró 1 hora, 18 minutos y 56 segundos. Sin embargo, este proceso se vio obstaculizado por dificultades para comunicarse con el robot, posicionar cada ladrillo sin colisiones y garantizar que las abrazaderas funcionaran de manera eficiente, ya que cada ladrillo requería una cantidad de tiempo significativa.
El proyecto demostró que la simulación de estructuras, si bien no es del todo precisa con piezas colocadas en diferentes ángulos, es más eficiente y rápida. Aunque la máquina fue consistentemente rápida y precisa al colocar ladrillos, la pieza construida digitalmente era más engorrosa y tomó más tiempo debido al lento proceso de desarrollo del código, comunicación con la máquina y comprensión de las operaciones de la plantilla.
Concluimos que en lugar de comparar las capacidades humanas y de las máquinas, deberíamos buscar la colaboración entre ambas. Comprender las limitaciones humanas y las oportunidades y desafíos que presentan estas máquinas es fundamental. Además, es fundamental desarrollar una mirada crítica para el uso responsable y consciente de la tecnología, asegurando que el diálogo entre nuestras manos y nuestro cerebro mantenga un ritmo mientras se esfuerza por alcanzar la perfección. Este enfoque podría conducir a la evolución de nuestra especie, no sólo a su mejora: una nueva fase de habitabilidad en el entorno construido, que consta de nuevos desafíos que debemos experimentar e interpretar.
El peligro de comparar a las personas con las máquinas es que corremos el riesgo de perder nuestra humanidad esencial. Aceptar nuestras imperfecciones y los ritmos del trabajo físico nos permite mantener una conexión profundamente personal y expresiva con nuestro trabajo. El desafío, por tanto, no es ver a las máquinas como el enemigo, sino encontrar un equilibrio que permita a las máquinas complementar las habilidades humanas sin eclipsar las ventajas de la artesanía. Al hacerlo, preservamos la integridad de nuestro oficio y la dignidad humana.
Profesora: Dinora Schulte
Abril Masira, Alejandra Martinez, Anbar Andrea Fuentes, Andrea Casillas, Angel Ponce, Arturo · Hernandez, Cristina Romero, Daniela Bastalachea, Eduardo Escobar, Emilio Sanchez, Enrique Parra, Hector Guzmán, Juan Carlos Guillén, Juan Diego Zapata, Judith del Carmen, Cara Peña, Montserrat Hernández, Paulo Brozes, Rodrigo Gómez, Rosalie Druprospet, Santiago García, Scarlett Santillán, Sebastián Castañeda, Tania Bush, Venecia Castro.