Casa Las Golondrinas / Arquitecto Sebastián Miranda + Arquitecto Julián Ierace


Descripción textual proporcionada por el arquitecto. La casa está ubicada en una zona rural de Brandeson, provincia de Buenos Aires, junto al arroyo San Luis, en un entorno típico de la llanura pampeana. Era una casa de fin de semana para una pareja que buscaba un diseño sencillo, de bajo coste y con metros cuadrados reducidos.


Además de las exigencias del programa, también implica la investigación y reflexión sobre las formas en que se puede habitar el espacio doméstico en un entorno semirrural y sobre las tecnologías adecuadas para su realización. Aplicar soluciones integradas y ser sensibles con el medio ambiente, entendiendo la vivienda como un sistema en equilibrio con su entorno.

El cuerpo principal de la casa se levanta sobre una plataforma de hormigón, sostenida por dos grandes vigas en el suelo, formando un voladizo que le permite colgar del suelo y adaptarse a su carácter húmedo, producto de la posible inundación del arroyo. Esto también mejora aún más el efecto visual.


Sus planos horizontales regulares y uniformes (una reinterpretación de la casa Farnsworth de Ludwig Mies van der Rohe) contribuyen a la flexibilidad de uso, creando espacios sociales y privados a través de zonas húmedas. su gran esmalte El muro de privacidad se puede ampliar de forma continua y directa para aumentar el área social.


Para reducir el uso de recursos se agregaron aspectos pasivos como galerías, ventilación cruzada, regulación de la incidencia solar, aislamiento adecuado y aprovechamiento de la luz natural. También se incluyen estrategias activas como sistemas de recolección de agua de lluvia para riego, biodigestores para aguas residuales y colectores solares para calentar agua, reduciendo así el uso de recursos naturales. Los tabiques están fabricados en aglomerado fenólico, derivado de productos elaborados con materiales reciclados, con las características de confort interior propias de una cabaña rural.


Para implementar la estrategia de desarrollo sostenible, la envolvente galvanizada forma una barrera en las paredes laterales y proporciona protección solar en el techo a través de la extensión del techo, creando una cámara de aire que aísla la casa del mundo exterior y reduce la necesidad de regular el casa y la energía necesaria para exponerla al aire libre.


La envolvente complementa un sistema de alojamiento giratorio de paneles microperforados que regula la incidencia y emisión de los rayos solares. Una conexión visual con el paisaje, aportando así seguridad cuando la casa está desocupada. La aplicación de hormigón en bruto y madera natural en los suelos y senderos del jardín enfatiza el tratamiento natural de la composición.


En el volumen de la vivienda, la combinación de muros y tabiques fenólicos con la estructura y envolvente metálica, mayoritariamente permeable, aporta un efecto visual de transparencia y contraste. Estas soluciones de construcción pueden acelerar la ejecución, proporcionar capacidad de almacenamiento en áreas de difícil acceso y reducir los costos de mantenimiento futuros.

Actualmente se está llevando a cabo una regeneración ambiental mediante el uso de plantas autóctonas en el diseño del paisajismo exterior, con el objetivo de recuperar la flora autóctona y su fauna asociada que han sido afectadas por la deforestación y el desarrollo urbano.
