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No hay tiempo para morir: cómo el Market Hall se convirtió en un modelo de arquitectura adaptativa

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Es seguro decir que la reutilización adaptativa ya no es un concepto exclusivo. Dentro y fuera de la comunidad arquitectónica, la idea de reutilizar edificios antiguos se ha vuelto casi común. Los pabellones industriales se convierten en galerías de arte, las fábricas en vibrantes espacios de trabajo conjunto: está claro que hemos abrazado el poder de la reinvención. Esto es algo bueno. Esto significa que hemos llegado a un punto en el que la industria reconoce el valor de conservar los recursos, reducir los residuos y crear una continuidad significativa en el entorno construido.

Pero ¿qué pasa con las nuevas construcciones? Aunque celebramos la reutilización adaptativa, se siguen construyendo nuevas estructuras, a menudo con propósitos específicos y urgentes en mente. Los edificios temporales, en particular, a menudo se consideran un desperdicio: son una solución única a un problema a corto plazo. Pero ¿y si pudiéramos repensar esto por completo?

Un proyecto reciente desafía nuestra percepción de la arquitectura temporal: el Östermalm Temporary Market Hall en Estocolmo (ahora Östermalm Hall Padel en Gotemburgo). Diseñado para abordar una necesidad inmediata y urgente, podría ser simplemente otra construcción fugaz. Pero ¿qué pasaría si un edificio temporal pudiera hacer más, trascender su propósito original y transformarse en algo completamente nuevo?

El proyecto profundiza en cómo el diseño intencional puede transformar soluciones a corto plazo en soluciones más grandes, redefiniendo el significado de lo temporal en la arquitectura.


Origen: mercado temporal planificado

La historia del mercado temporal de Ostermalm comienza con un desafío al que se enfrentan muchas ciudades: cómo modernizar su patrimonio preservando al mismo tiempo los edificios históricos. En Estocolmo, el Mercado de Östermalm es un edificio emblemático construido en 1888 que sirvió a la comunidad durante más de un siglo, pero que necesitaba urgentemente una renovación en la década de 2010. Su antigua infraestructura requirió una amplia actualización para cumplir con los estándares modernos y al mismo tiempo mantener su carácter arquitectónico.

Esto plantea una pregunta candente: ¿adónde irán los comerciantes del mercado y sus clientes durante la renovación? El mercado es una parte importante de la economía y la cultura locales, y su reposicionamiento es vital para sostener el crecimiento empresarial. La respuesta fue construir un edificio temporal en la plaza Östermalm para albergar el mercado, que originalmente era un lugar para el comercio al aire libre y luego se trasladó al interior en 1888. Satisfacer las necesidades modernas.

En 2016, la ciudad de Estocolmo encargó a Tengbom Architects el diseño de un mercado temporal. La tarea del arquitecto no era crear una solución básica y práctica, sino crear un edificio que satisficiera las necesidades de comerciantes y clientes respetando su carácter temporal. Fundamentalmente, se les pidió que se aseguraran de que la estructura no se desechara simplemente después de su uso. Esta apuesta por la reutilización y la adaptabilidad definió el proyecto desde el principio.


Fase uno: Diseñar para el cambio

El mercado temporal de Ostermalm se diseñó teniendo en cuenta la adaptabilidad y la sostenibilidad, satisfaciendo las necesidades actuales y planificando el futuro. Su sistema de construcción modular utiliza columnas de madera laminada, vigas enchapadas y soportes de acero para un montaje rápido, un desmontaje eficiente y minimizar el desperdicio. Estos componentes livianos pero duraderos garantizan que la estructura se pueda reubicar o reconfigurar fácilmente para uso futuro.

La elección de los materiales refuerza el compromiso con la reutilización. Las lamas de pino sin tratar en la fachada inferior proporcionan un acabado natural y duradero. Por el contrario, los paneles de policarbonato translúcidos en la fachada superior llenan el interior con una suave luz natural y crean un efecto brillante por la noche. Estos dos materiales fueron elegidos por su funcionalidad y capacidad de reutilización.

La distribución del interior de la sala está diseñada para ofrecer flexibilidad. Los amplios pasillos apoyan a los compradores que se mueven entre los puestos del mercado, mientras que los entrepisos albergan cocinas e instalaciones técnicas, manteniendo la planta baja abierta para el comercio. Esta disposición no sólo satisface las necesidades de un mercado concurrido, sino que también garantiza que el espacio interior se pueda adaptar a usos completamente diferentes.

La sala está ubicada en la plaza Ostermalm y su entrada está alineada con la acera, fortaleciendo su conexión con el contexto urbano y recordando el papel histórico de la plaza como mercado. Desde marcos modulares hasta materiales reciclables, las opciones de diseño bien pensadas garantizan que la vida del edificio no termine cuando finalice su función como mercado temporal. Más bien, se construyó con el siguiente capítulo en mente: mostrar cómo la arquitectura temporal puede tener un propósito y ser duradera.

Esto nos lleva a la siguiente etapa…


Fase Dos (Second Life): Del Market Hall al Padel Arena

Cuando el Mercado de Ostermalm reabrió sus puertas después de las renovaciones en 2020, la sala temporal había cumplido su propósito, pero su historia estaba lejos de terminar. En lugar de desmantelar la estructura y desechar sus componentes, la ciudad de Estocolmo tomó una decisión innovadora: vender el edificio para su reutilización. Esta decisión no sólo evita el desperdicio sino que también demuestra cómo el diseño intencional puede brindar nuevas posibilidades a un edificio más allá de su propósito original.

La sala temporal fue adquirida por Wallenstein Real Estate, que vio el potencial para una función completamente nueva: una instalación de deportes de tabla en Mönlick, al este de Gotemburgo. Durante el año siguiente, el edificio fue desmontado, transportado y reensamblado en el nuevo sitio, sufriendo importantes ajustes para cumplir con los requisitos de su nueva función.


adaptarse a nuevas metas

Östermalm Hall Padel pasar a través TenbomGotemburgo, Suecia

Transformar el mercado temporal de Östermalm en el Östermalmshallen Padel requirió modificaciones bien pensadas, pero el diseño modular del edificio hizo que todo el proceso fuera eficiente. Para dar cabida a los seis campos de cricket, el volumen interno se amplió extendiendo las columnas con «calcetines de acero» especialmente diseñados y utilizando vigas de transferencia de acero para redistribuir las cargas estructurales.

Las paredes exteriores se actualizaron para uso permanente, los listones de pino se trataron con sulfato de hierro para mayor durabilidad y se instaló aislamiento en todo el edificio. El interior presenta un diseño de planta abierta adecuado para un campo de cricket, con un nuevo entrepiso que alberga el restaurante, las áreas para el personal y las salas para eventos.

Materiales como losas de lana de madera y barniz resistente al fuego crean espacios interiores funcionales y acogedores, mientras que el uso repetido de paneles de policarbonato multicapa en el vestíbulo mantiene su característico efecto luminoso. Estos cambios preservan la esencia arquitectónica de la estructura al tiempo que satisfacen las demandas de su nuevo rol.


Preservar el carácter arquitectónico de la sala.

Aunque el Ötermalmshallen Padel tiene un nuevo propósito, su diseño se hace eco del pasado. Una estructura modular de acero, listones de pino y una fachada de policarbonato mantienen el carácter del mercado temporal, lo que demuestra cómo la reutilización adaptativa puede preservar la esencia de un edificio y al mismo tiempo darle un carácter fresco.

La cuidadosa integración de nuevas características resalta la visión del diseño original de la sala. Elementos como diseños flexibles y materiales duraderos hacen posible la transformación, lo que demuestra que las estructuras temporales no tienen por qué ser un desperdicio. De hecho, pueden ser un trampolín para futuras innovaciones.


Una nueva perspectiva de la arquitectura temporal

Esta historia desafía nuestra percepción de la arquitectura temporal. Muestra que, mientras exista intención, una estructura diseñada para necesidades inmediatas puede ir mucho más allá de su propósito original. En lugar de desperdiciarse o desecharse, pueden adaptarse, transformarse y encontrar nuevas formas de servir a sus comunidades. El viaje del pabellón desde el mercado hasta las instalaciones deportivas demuestra cómo la flexibilidad y la previsión en el diseño pueden desbloquear posibilidades que de otro modo serían inalcanzables.

En esencia, este proyecto nos habla del potencial de la arquitectura para responder al cambio. Al planificar el futuro desde el principio, adopta una mentalidad que valora la reutilización, la adaptabilidad y el compromiso de reducir los residuos. No se trata sólo de resolver un problema, sino de imaginar cómo un edificio puede contribuir a su entorno mucho después de haber cumplido su primera función.

En un mundo donde los edificios suelen estar vinculados a una única función, este enfoque es un recordatorio de lo que se puede lograr cuando un edificio se diseña para crecer y desarrollarse con el tiempo. Nos hace pensar en las estructuras temporales no necesariamente como fines sino como oportunidades para crear algo duradero preparándonos para el cambio;

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