Leibal – la casa entre los árboles
casa entre arboles es la casa más pequeña ubicada en Dinamarca, construida por peter kyle arquitectos. En una época de cimientos de hormigón y envolventes de edificios selladas, una casa que respire es casi radical. La Casa entre los Árboles no sólo ocupa su bosque, sino que respira con él, permitiendo que la humedad fluya naturalmente a través de sus paredes a través de capas de fibra de madera y aceite de linaza de abeto. Este detalle aparentemente simple revela una verdad más profunda sobre la evolución de la relación de la arquitectura contemporánea con la tradición y la sostenibilidad. La planta en forma de T de la casa y su característico tejado inclinado pueden parecer inicialmente tradicionales, incluso rústicos.
Pero al igual que un mueble bien elaborado que revela su sofisticación con el uso, la verdadera innovación de esta casa de verano radica en su cuidadosa selección de materiales y soluciones estructurales. Los cimientos, tradicionalmente el elemento más inamovible y con mayor emisión de carbono de un edificio, se rediseñaron con un mínimo de vertidos de concreto en los bordes sostenidos por pilotes helicoidales, lo que redujo significativamente el impacto ambiental del edificio y al mismo tiempo mantuvo la integridad estructural. Este enfoque fundamental refleja una filosofía más amplia que recorre todo el diseño: encontrar soluciones elegantes en la intersección de la sabiduría artesanal tradicional y los requisitos ambientales contemporáneos. Terrain Deck flota sobre una capa aislante sin hormigón y resistente a la presión, lo que demuestra cómo los biomateriales se pueden procesar inteligentemente para reemplazar las soluciones tradicionales.
Los detalles de abeto Douglas del interior y la pared de chapa este (a la que se le ha dado un simple tratamiento con jabón) reflejan la tradición escandinava de materialidad honesta al tiempo que crean superficies que desarrollan carácter con el tiempo. Quizás lo más sorprendente sea la envolvente respirable del edificio, construida con barreras de vapor de fibra de madera y aislamiento soplado. Este enfoque se remonta a las técnicas de construcción preindustriales e incorpora una comprensión moderna de la física de la construcción. El resultado es una estructura que gestiona la humedad y la temperatura a través de materiales naturales en lugar de sistemas mecánicos, como el dosel del bosque que la cubre. La relación de la casa con su sitio va más allá de las consideraciones prácticas de preservar los árboles existentes.
Las alas de sus dormitorios forman un amortiguador natural de la carretera, mientras que los espacios habitables se abren a terrazas cuidadosamente ubicadas que siguen el viaje diario del sol. La cocina se eleva para capturar la luz de la mañana a través del entrepiso, creando un ritual de iluminación diario que conecta a los residentes con los ciclos de la naturaleza. En muchos sentidos, la casa representa una declaración silenciosa de la arquitectura sostenible contemporánea, una que anuncia sus credenciales ambientales no a través de exhibiciones técnicas, sino a través de elecciones de materiales bien pensadas y técnicas de construcción tradicionales, adaptadas a las necesidades modernas. Sugiere que el camino a seguir puede requerir mirar al pasado para encontrar soluciones a los desafíos contemporáneos dentro del conocimiento artesanal tradicional.