Los robots pequeños se convierten en «artista» en fábricas de robots

El proyecto de fábrica de robots de Niklas Roy muestra cómo los robots pequeños pueden convertirse en artistas creativos, combinar robots, generar arte y percepción humana. Estos robots fueron inicialmente un experimento interesante, pero pronto profundizaron en cómo los comportamientos mecánicos simples producen efectos visuales complejos, incluso evocando ideas importantes en psicología e inteligencia artificial.
Imagine un robot hecho de piezas impresas en 3D, motores en miniatura y bolígrafos de marcadores ordinarios. Cada robot es compacto y de bajo costo, alimentado por dos motores paso a paso, una junta tórica con ruedas y un arduino nano como cerebro. El bolígrafo se sienta en el centro, mientras el robot camina cuidadosamente a través de la pizarra o una hoja de papel, lista para dibujar. Las primeras versiones se movieron lentamente, dibujando cuidadosamente las líneas, pero el diseño continuó evolucionando. Al acercar la rueda a la pluma, el robot puede girar y girar, aunque a veces pierde su dirección precisa. A pesar de estas pequeñas peculiaridades, el robot es sorprendentemente bueno para usar trigonometría básica, posición y orientación sin referencias externas.
Diseñador: Niklas Roy

Lo que realmente da vida a estos robots es su comportamiento. Algunas versiones usan parachoques e interruptores para detectar bordes de la tabla o golpear a otros robots, mientras que otras usan sensores livianos para detectar líneas que se han dibujado. Esto permite a los robots no solo atraer su entorno. Por ejemplo, cuando el robot cruza la línea, puede levantar o bajar la pluma, creando un avance que agrega profundidad e interés visual a la pieza. Esta simple regla crea nuestros cerebros leídos en obras de arte en capas, con algunas líneas en primer plano, mientras que otras caen gradualmente en el fondo.

Esta interesante interacción está directamente vinculada a la psicología gestal, que explora cómo los humanos perciben formas y patrones. Cuando se dibujan los robots, inadvertidamente hacen eco de principios como agrupación, continuidad y separación de gráficos, que son lo que nos ayuda a comprender lo que vemos. Recuerde que incluso las máquinas básicas que siguen reglas simples pueden crear imágenes vibrantes y significativas.

La historia detrás de estos robots también está asociada con la IA temprana y el logotipo de lenguaje de programación educativa, conocido por sus robots de tortuga que los niños pueden dibujar en el papel. Al igual que esas primeras tortugas, los robots en las fábricas de robots avanzaron, giraban, sentido y pintaban, pero con giros modernos y componentes accesibles. Construir uno es un proyecto significativo y tiene algunas piezas baratas y un código simple que cualquiera puede agregar a la diversión.


Incluso si el proyecto reexamina las ideas de las últimas décadas, los resultados se sentirán frescos e inspiradores. Observe un grupo de estos robots de roaming, pintura e interacción son experiencias técnicas y artísticas. Las líneas que crean son más que solo marcadores aleatorios. Son un registro de belleza sorprendente que viene con la toma de decisiones, la exploración y la mezcla de reglas y aleatoriedad. Robot Factory demuestra que no necesita laboratorios de alta tecnología para explorar los límites entre el arte y la ingeniería. A veces solo se necesita un marcador, algo de motor y algo de curiosidad para descubrir la creatividad de un pequeño robot.
