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La pura verdad sobre disparar con la Leica M11

La Leica M11 tiene fama de hacer que la gente se detenga y mire fijamente. Es más que una simple cámara: es una declaración de forma y precio. Pero más allá de su latón pulido y su diseño minimalista, hay una pregunta que es importante para cualquiera que se tome en serio la creación de imágenes: ¿disparar con un telémetro realmente cambia la forma de ver?

nunca vengo a ti Geraldine Needhameste video reflexivo explora el uso leica m Cuerpo. Needham no se esconde detrás de la nostalgia ni de las marcas de lujo. En cambio, probó cómo el mecanismo del telémetro cambiaba el comportamiento de la fotografía misma. A diferencia de las cámaras modernas llenas de automatización, la M11 te devuelve el enfoque manual, el encuadre manual y la concentración total. El proceso es lento y táctil. Needham cree que este enfoque deliberado cambia la forma de observar la luz, el movimiento y la interacción en tiempo real. Estás obligado a participar en lugar de simplemente reaccionar.

Como lo describe Needham, la experiencia Leica no tiene nada que ver con la nitidez o los megapíxeles. Es un sentimiento a medio camino entre lo artesanal y lo ritual. él intercambió su HasselbladX2D M11 y rápidamente se dio cuenta de que la diferencia no estaba en la limadura, sino en la unión. Cada giro del anillo de enfoque es como comunicarse con la cámara. Cada pulsación del obturador confirma que usted es parte del mecanismo, no solo lo opera. Este tipo de conexiones son raras en el mundo actual impulsado por la tecnología, donde las cámaras prometen perfección pero a menudo ofrecen distancia.

Sin embargo, el vídeo no romantiza todo. Needham reconoció que la experiencia con Leica estuvo acompañada de frustraciones. En primer lugar, el M11 carece por completo de capacidades de vídeo, lo que supone un gran problema para los creadores que graban su trabajo al mismo tiempo. También señala el desafío del error de paralaje al tomar retratos a corta distancia, donde el encuadre del telémetro se desvía de lo que captura la lente. Incluso las pequeñas reparaciones, como las dioptrías, tienen un precio elevado y, a veces, la reputación de simplicidad de Leica se convierte en un inconveniente.

El mayor inconveniente, sin embargo, no es técnico. Esto es psicológico. Llevar una cámara de casi 8.000 dólares en público llamará la atención, pero es una atención fuera de lugar. Needham describió caminar por las calles de la ciudad con una sensación de ansiedad, consciente de lo llamativo y valioso que parecía su equipo. En lugar de aportar libertad, el prestigio de Leica a veces puede convertirse en una carga. En lugares concurridos, se encontraba escondiéndolo en lugar de prepararse para disparar. La tensión entre elegancia y exposición juega un papel importante en su pensamiento sobre si la Leica M11 es una herramienta o un trofeo.

Needham finalmente admitió que buscó su Fuji X-E5 Más a menudo, especialmente cuando viaja. Es más pequeño, más silencioso y menos incómodo de transportar. Pero incluso cuando se pregunta si la M11 se adapta a su estilo de vida, hay un claro respeto por lo que representa: un compromiso con la fotografía intencional. La Leica te obliga a reducir la velocidad, a perder oportunidades de disparar, pero de alguna manera a encontrar alegría en las oportunidades perdidas. Mire el vídeo de arriba para ver el resumen completo de Needham.

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